Overlord: Trinidad Caps 1-170

Parte 99

Cuando aquellas extrañas mascara que parecían haber sido creadas para torturas, fueron retiradas, Nainer, Gazeff y Clementine pudieron ver frente a ellos los colosales robles del bosque Tob. Gazeff quedo impresionado al ver que tanto Nainer como Clementine lo acompañaban en esta mañana.  Según le habían dicho en el pasado, por órdenes de los gobernantes de aquel lugar,  solo él podía salir al pueblo.

Como cabría de esperar, el aventurero y la asesina se mostraron asustados y confundidos, solo Gazeff, quien ya estaba acostumbrado a esta situación, pudo mantener la calma y ayudo a los otros dos a relajarse.

-¿Sucede algo malo, Gazeff?-

Una voz profunda y dominante vino desde atrás, y los 3 humanos voltearon hacia ella, atraídos por el poder que proyectaba. Al voltear, el corazón de cada uno de ellos se congelo.

De pie, orgullosos y confiados, se encontraban un hechicero de túnica negra que ocultaba su rostro tras una máscara, un asesino de los desiertos con una espada curva colgándole de la cintura, y un monje zen, que llevaba un extraño casco cubriéndole la cara.

-No es nada, estos amigos solo están un poco confundidos, es todo- explico rápidamente Gazeff.

Estos eran Ainz, Ooal y Gown, los gobernantes del pueblo carne y quienes fueran los responsables de la derrota y captura de Gazeff. Estaban además acompañados por Cz, la adorable sirvienta de pelo anaranjado y por Solution, quien por algún tiempo fue su reemplazo.

Gazeff ahora comprendía porque tanto Clementine como Nainer pudieron acompañarlo al pueblo el día de hoy. Seguramente por algún capricho o un complicado plan por parte de estas personas, era que esos dos habían obtenido el permiso para salir.

Por su parte, Clementine se sorprendió al ver a esas personas, y le tomo un tiempo identificarlos, pues jamás había visto a los supremos con estas apariencias, y le costó trabajo descubrir que el hechicero, era de hecho el guerrero oscuro de la noche anterior. Esto la confundió.

Ciertamente, cuando lo vio en la arena del coliseo, no pudo ver talento en el guerrero, sus pisadas eran demasiado suaves y sus movimientos muy torpes. Y sin embargo, por el miedo que inspiraba en todos los que le rodeaban debía ser increíblemente poderoso.

Ahora Clementine comprendía porque no podía ver a ese hombre como un gran guerrero. Por su forma de caminar y dada su gran inteligencia, este debía ser algún tipo de hechicero, seguramente aquel que elimino a un ejército con tan solo una bola de fuego. Sin embargo, esto hizo surgir una nueva incógnita.

Si este hombre era un hechicero ¿Por qué estaba usando entonces una armadura y dos espadas cuando lo conoció?

Y más importante...

¿Cómo había enfrentado a Ryuuji, el hombre de la lanza? ¿Cómo un hechicero? O caso... ¿Lo enfrento como un guerrero?

Clementine no podía responder a su pregunta, y le aterraba el pensar que un hechicero hubiese sobrevivido a una pelea de espadas con Ryuuji, además de que el hecho de tener enfrente a Cz no la ayudaba a concentrarse, más aun cuando Solution veía cada uno de sus movimientos, verificando que Clementine no escapase.

Pero no había peligro de que eso pasara.

Clementine ya había decidido mantenerse al servicio de estas personas que podrían darle lo que quería, y por otro lado...

Clementine podía sentiré muchas miradas sobre ella. Sentía que en el bosque había algo observándolos, y sabiendo del poder de estos nuevos amos, no podía descartar el hecho de que todo el bosque estuviese siendo vigilado por un ejército...

Clementine sintió que se encontraba en el nido de un dragón, siendo no una intrusa, si no otra moneda de oro del montón. Puede que no tuviera demasiado valor para sus nuevos amos, pero aun así, mientras estuviera con ellos,  seria protegida por su brutal poder.