Parte 73

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Durante varios meses, Clementine desperdicio su vida buscando a una poderosa secta de nigromantes dirigida por un hombre conocido como Zuranon, una persona conocida por sus amplios conocimientos con la magia oscura, las maldiciones y la magia de resurrección.
Tardo un tiempo, pero encontró a aquella persona que tanto anhelaba conocer, y por fin frente a él, a cambio de información que valía el peso de un dragón en oro, Clementine se deshizo al fin de la maldición que le habían impuesto desde el día de su nacimiento, después de que fuera apartada de su familia por la habilidad tan particular con la que había nacido.

Si bien tenía un buen puñado de razones por la que buscaba a Khajiit, está en específico, deshacerse de la maldición que le impedía compartir información de la teocracia sin permiso era la que más le pesaba.

Aun que había otras bastante importantes por supuesto.

La segunda razón de esta extraña alianza, era la condición de Khajiit como un maestro de los no muertos, un hechicero nigromante que se contaba entre los peores enemigos de la teocracia Slain. Su odio por aquel enemigo en común era un buen motivante para apoyarse mutuamente. 

La tercera era el deseo de este por causar masacres ahí por donde avanzara. Con un poderoso no muerto extendiendo su conocimiento y poder, la teocracia tendría que combatir en dos frentes. Una contra él rey elfo y otro contra el poderoso no muerto que nacería a partir de la carne de Khajiit, lo que significaría entonces que Clementine tendría una oportunidad para robar el equipo de los dioses si aquella sucia hibrida salía a combatir contra ese nuevo enemigo de la humanidad.

Khajiit había demostrado ser lo suficientemente valioso para los planes de Clementine, como para que ella se arriesgase a robar la corona de la princesa miko para él. Khajiit tenía el suficiente conocimiento para que ella tomara el riesgo de secuestrar a aquel muchacho con el talento para usar la corona.

Y se repetía que aquel hombre que podía hacer realidad su sueño de destruir a la escritura negra, valía el haber terminado prisionera.

Pero de estos hombres, de los cuales no sabia nada ¿Era prudente darles la información que compartio con aquel nigromante?

En el peor de los casos, no eran enemigos o la información que diera Clementine podría causar que  estos pudiesen llegar a un entendimiento, después de todo, estos 3 parecían humanos y controlaban a heteromorfos y no muertos. Eran los reyes de un nido de monstruos y gobernaban sobre los elfos de sangre real. Si la escritura  negra supusiera de esto... no cabria la menor duda de que toda la teocracia se arrodillaría para que estos 3 extraños sujetos prestaran sus fuerzas en nombre de la humanidad.

Todo era confuso, las alianzas o enemistades... ¿Quiénes eran estos sujetos?

-¿Esc? ¿Qué significa eso, Clementine?- dijo el poderoso guerrero oscuro que miraba hacia abajo a la mujer. –Bien... Demiurge, creo que nuestra invitada no puede escuchar bien desde ahí abajo.

El demonio cabra esbozo lo que parecía una sonrisa y respondió a la orden de su amo.

-[Ponte de pie]- dijo el demonio rana, y al instante, la guerrera de cabello rubio escucho crujir todos sus huesos cuando se puso de pie violentamente.

Clementine creía con todas sus fuerzas que ese era un hombre sapo de los pantanos, pero ahora que había sido doblegada por nada más que la voz de esa criatura, esa imagen mental que tenia del demonio rana había sido destrozada.

"Esa es la habilidad de un rey de la avaricia" Se dijo mientras se cuestionaba porque un ser con tal habilidad estaba bajo el cargo de estos tres hombres, además. ¿Por qué habían estado preguntando por la escritura negra? ¿Por qué estaban buscando información sobre aquel descendiente de los dioses que comandaba a esos idiotas?

Si estos tres hombres eran enemigos de la escritura negra, Clementine  no tendría ningún problema en dar la información...

Pero si no era así... al menos quería obtener algo bueno de todo esto.

Clementine aun recordaba a la sirvienta de cabello anaranjado que la atendía. Podía ser que pedir su libertad como recompensa por esta información estuviese fuera de discusión, pero que se le perdonara y se permitía que esa joven volviese a atenderla podría ser una opción a cambio de información que no podrían conseguir de nadie mas.

¿Y porque pensaba que sus captores podrían darle una recompensa? Solo un estúpido podría pensar eso...

Pero tras ver la cama que se le había dado, las comodidades que le habían otorgado, y sobre todo el hecho de que se le habían asignado a dos bellezas para cuidarla (Aunque a una de ellas la despreciaba) cualquiera podría darse cuenta del valor que le daban a su vida, y la información que tenía valía lo suficiente para que estos sujetos que contralaban a gemelos de la relaza de los elfos, a un demonio rana con el mismo poder que un dios demonio de la avaricia le permitieran a la prisionera volver a ver a la sirvienta...

-Bien... los conozco... tengo información sobre ellos, muy buena información- dijo mientras intentaba resistirse a la magia del hombre sapo. –

Pero Momonga había tenido una muy mala noche, estaba frustrado y molesto, no solo por haberse topado con ese enemigo que lo hirió y sobrevivió a TouchMe y Ulbert, si no también por el despertar de Rubedo y el problema con Albedo.

Esta noche, el Overlord no tenía una pizca de paciencia.

-¡Demiurge! Nuestra invitada necesita que aflojar un poco su lengua- Grito el guerrero oscuro al demonio rana que le acompañaba.

Demiurge no podía obligar a alguien a decir algo, pero sí que tenía sus propios métodos para torturar, aunque estos no fueran tan efectivos como los de Neurotis.

-[Golpeate contra el suelo]- dijo fríamente el demonio rana, quien parecía feliz por poder hacer esto...

Clementine lo sintió de nuevo. Ya no tenía dudas... era una idiota, y estos sujetos... este guerrero tenía un corazón tan oscuro como su armadura.

Ya sin ser dueña de su cuerpo, Clementine azoto su cabeza varias veces contra la arena del coliseo mientras Gazef y Nainer miraban con miedo...

Momonga no era así... creía auténticamente que Clementine tenía valor, tampoco pensaba que dejar que Cz le diese su comida de nuevo fuera un gran precio a pagar... pero esta noche ya habían pasado muchas cosas malas, muchas cosas que se habían salido de su control, y no permitiría que ahora una débil humana pusiese aprueba su paciencia o cuestionara su poder contra frente a los guardianes que ya lo habían visto actuar con temor frente a Rubedo.

Momonga ya estaba harto de no entender, harto de no saber a lo que se enfrentaba, y si esta mujer tenía la información para permitirle un mejor entendimiento, la haría hablar a toda costa, aunque tuviera que abandonar sus planes con ella y mandarla a la cámara negra, quería con ansias  la información que guardaba esta guerrera...

Pero eso no significaba que no pudiera darle otra oportunidad.

-Suficiente Demiurge-  dijo tanqulamente el guerrero oscuro mientras sus amigos, quienes no lo creían capaz de hacer algo asi lo miraban con miedo.

-[Basta]-

Tras la palabra del hombre rana, Clementine recupero el control de su cuerpo. Herida y exhausta por intentar detener la magia de esa creatura, cayo sobre la arena y la sangre que habia dejado sobre ella...

La mujer lo tenia mas claro ahora...

La información... la sirvienta... su alianza con Khajiit , todo valía mucho para ella...

Pero nada le importaba más que su propia vida.

-Esclitula negla...- logro articular Clementine torpemente pese a ya no tener los dientes necesarios para pronunciar las R.

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora