Durante un largo tiempo espere dentro de la sala del trono en completo silencio, siendo los días más interesantes desde mi nacimiento, aquellos en los que presencie las reuniones de los seres supremos. Pero tras unas pocas horas, o incluso tras breves instantes, los festejos cesaban y todos los seres supremos se "Desconectaban". Ahora que indago en mis memorias, creo recordar que fue en un festejo, la última vez que pude ver a Yamaiko-sama.
Pero como sea que fuera, tan solo era una espectadora, una creatura sin valor... libre de pensamientos o preocupaciones, pues incluso el título de "Coordinadora de los guardianes" no era más que un título elegante para esta muñeca olvidada.
Recuerdo que pese a ser mi trabajo, los seres supremos me quitaban el mando de las defensas cuando un ataque a la tumba llegaba. ¿Era acaso que dudaban de mis capacidades? ¿O era solo que les agradaba afrontarlas ellos mismos?
Como sea que fuera, el único trabajo para el que había nacido, mi único propósito había sido usurpado y corrompido por los seres que me otorgaron ese título decorativo. Durante años observe los ataques de la tumba ser torpemente repelidos por aquellos seres supremos que no tenían fama de ser los "Más listos" Observe a algunos dominar mi trabajo mejor de lo que yo lo hubiera hecho, tal como era el caso cuando quienes tomaban el cargo eran el Overlord al que amago y Bukubukuchagama, otra ocasiones vi a Shalltear caer por estupideces, cuando Yamaiko y TouchMe se ponían al frente de las defensas. Comprendí entonces que tan solo ser fuerte no era algo que permitiera gobernar.
He dicho antes que pase mi existencia dentro de la sala del trono sin pensamientos, y creo que he mentido al decir aquello, como también lo hice cuando dije que mi propósito en la vida me había sido arrebatado por los mismos seres que me lo dieron.
Pero la verdad es que cuando todos se fueron, y aquel Overlord solitario se encontraba demasiado ocupado para tomar mi trabajo, fueron las veces cuando fracase...
Con cada ser supremo que nos abandonaba, más comunes se hacían los ataques, más certeros se volvían; y la amenaza que se cernía sobre nosotros era cada vez más grande. Ya no puedo contar cuantas veces fueron asesinados los subordinados de Shalltear... y no quiero ni siquiera pensar en cuantas veces murió aquella vampira.
Durante esos momentos, en los que vi mi propia inutilidad, roge y suplique porque volvieran aquellos días en los que eran los seres supremos quienes nos dirigían y defendían...
Alguna vez, desde mi silencio, incluso maldije el nombre de aquel hombre, cosa por la que hasta el día de hoy me arrepiento...
Cada ataque consumía las riquezas que con tanto trabajo conseguía nuestro último amo. Cada ataque era un fracaso tras otro por parte de la supuesta guardiana, quien no hacía más que facilitar las masacres. Pero aun con ello...
Momonga jamás me relego del cargo que me dieron, pese a que su propia creación había sido programada con un mayor ingenio, siempre fui yo la encargada de mantener la tumba segura de aquellos que la ansiaban. Siempre fui yo la que estuvo a cargo de convocar aliados y activar las trampas
He incluso tras tantos fracasos... incluso tras tantas penas que había provocado mi inutilidad... mi mera existencia; aquel amable amo al que sirviera, postro su fría mano sobre mi cabeza y, con voz dulce, mientras despeinaba mi cabello, dijo: "Buen trabajo, Albedo"
A día de hoy aun no comprendo porque dijo aquello, o porque después de ese día había comentado que "Al fin dormiría sin preocuparse". Acaba de fracasar en mi trabajo, tan solo 3 hombres solitarios, habían logrado penetras hasta el quinto piso ¿Entonces porque me agradecía aquellos? ¿Por qué parecía tan feliz conmigo pese a que le había fallado de nuevo?
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Overlord: Trinidad Caps 1-170
FantasyGrandes calamidades han arriban al nuevo mundo. Un overlord gobernante de una tumba llena de poderosos monstruos llega a una tierra que no podrá plantarle cara, pero diferente a la historia original, esta vez llegara también acompañado por un camp...