Parte 62

1.5K 182 35
                                    

"Paraonico" una palabra que definía perfectamente a Momonga, una palabra que usualmente usaban sus compañeros de gremio con él, y salvo contadas excepciones como lo eran "PunitoMoe", casi todos en el gremio consideraba esto un arma de doble filo. Pues si bien la mayor parte del tiempo esa actitud los había salvado de emboscadas y grandes pérdidas, también era verdad que era más divertido a veces seguir la filosofía de Yamaiko.

"Golpeémoslos con todo  y corramos si son demasiado fuertes"
-Yamiko, maestra de primaria responsable abandonar a Ulbert 3 veces.

TouchMe y Ulbert se habían ausentado por un buen tiempo, por lo que casi habían olvidado a que niveles llegaba la paranoia de Momonga, una que solo creció cuando fueron enviados a este mundo. Una cualidad que recordarían esta noche...

Eran pasadas la media noche cuando los seres supremos se encontraban caminando por las calles de la capital acompañados de las hermosas sirvientas que ahora se encontraban disfrazadas como aventureras. Esta caminata según TouchMe, eran para encontrar el nido de ratas de donde había salido Malmvist, pues el que Neurotis le saco a base de tortura ahora se encontraba vacío.

La primera idea que tuvieron los seres supremos era ir al distrito rojo de la capital y comenzar a buscar desde ahí. Pero el hecho era que esa clase de lugares estaban repletos de aventureros, personas que se creían poderosas y eran capases de crear grandes escándalos si veían a un grupo de extranjeros intentando arruinar un lugar que era adorado por ellos.

Y sin importar lo que quisiera TouchMe, no podía atentar aun contra los aventureros, pues en rango ellos aún eran inferiores,  y una mala relación con el gremio podía arruinar la aventura del grupo.

TouchMe no ponía la vida de las mujeres cautivas por debajo la diversión de sus compañeros, pero la verdad era que no quería atentar contra la fuente de entretenimiento de Ulbert quien hasta ahora había estado tranquilo, pero TouchMe aun temía que su naturaleza de demonio, o sus viejos deseos de crear masacres volvieran si este se aburría.

La otra razón por la que se apartaron del distrito rojo, fue por que no podían hacer mucho en esos lugares sin usar la fuerza para investigar, y si simplemente se paseaban por esos lugares las mujeres se abalanzaban sobre aquellos aventureros de equipos aparentemente costosos, y un sinnúmero de hombres molestaban a la sirvientas, intentando contratar sus servicios.

Por ello ahora los seres supremos paseaban por los distritos bajos de la capital donde los soldados jamás entraban, un lugar tan asqueroso y podrido que hacía que Ulbert y Momonga extrañaran el pestilente cuarto que habían rentado en esa taberna para aventureros novatos.

Pero ya que no tenían nada mejor que hacer y que era divertido ver como un monton de bandidos intentaba asaltarlos, ambos acompañaban a TouchMe quien cada noche buscaba una manera de ayudar a las personas que sufrían en este reino.

Pues después de todo, esa fue una razón por la que decidió no buscar una manera de volver a su mundo.

Lamentablemente pronto se dio cuenta de que la mayor parte de las dolencias de esta gente no venían por un enemigo tangible, , sino por la guerra de desgaste que el imperio Baharut estaba librando contra este reino, una guerra que el rey Ramposa estaba perdiendo, y que ahora sin su mejor hombre Gazef, estaba sentenciado a perder.

Pronto, debido a la preocupación que TouchMe tenía por esta gente, sugeriría elegir como primer lugar de conquista a este reino...

-hmm...- Momonga hizo un pequeño gesto mientras pensaba, gesto que fue captado por Ulbert.

-¿Pasa algo?- pregunto el demonio cabra en su disfraz de monje humano.

-¿Eh? No, no es nada, solo... Albedo y Pandora's Actor salieron de Nazarick hace algunas horas y aún no ha contactado conmigo-

Overlord: Trinidad Caps 1-170Donde viven las historias. Descúbrelo ahora