Kaycee (♡3 Temporadas♡)

CAPITULO 26 (Lo sabe)

Kaycee

Dos meses después

Las cosas han cambiado desde que me dieron el alta en el hospital.

De momento, nadie más se ha enterado de la noticia. Sé que en algún momento tendremos que ir a casa a darle la cara a mi padre pero no estoy preparada, aún no.

Ayden se reincorporó en el gimnasio, él disfrutaba trabajando en ese lugar y a mi me excluyeron de la película cuando se enteraron de que estaba embaraza por lo que necesitábamos dinero.

Sus horarios son un lujo, sólo tiene que ir por las mañanas sin necesidad de madrugar, llega a la hora de comer y luego pasamos el día juntos. Es el trabajo de sus sueños, él es feliz y está agusto por lo que yo también.

Sinceramente echo de menos ir al gimnasio, echo de menos ver a Mila.

¿Que habrá sido de ella?

Al estar todo el día encerrada en el apartamento no tengo mucho contacto con el exterior pero cada día hablo durante horas con Madison y Damon.

A mi mejor amiga y a mi nos va a crecer la barriga al mismo tiempo, su novio está que se sube por las paredes con sus cambios de humor pero está tan enamorado de ella que apenas tiene quejas. Son la pareja ideal.

Mi aspecto físico ha empeorado notablemente de eso estoy segura.

Mi abdomen ya no es plano, mis  piernas se han ensanchado, varias estrías han aparecido en mi cuerpo, mis pechos han aumentado, sé que sonará exagerado pero ya no puedo ni dormir boca abajo.

Por no hablar, de los dolores, de los pinchazos, de las náuseas, de los mareos...Es borroso.

- Hola a ti también- sonrio sin apartar la mirada del espejo.

Unas manos rodean mi cintura por detrás pegando mi espalda contra un duro pecho. Eso es otra, el muy capullo desde que tiene la obligación de entrenar todos los días en el gimnasio cada día está más musculado y más irresistible.

- No es justo. Tu cada día estás más bueno y yo parezco una ballena moribunda- me quejo molesta acariciando la letra "K" del tatuaje que se hizo por mi. Que recuerdos.

Sus dedos se aferran a mis brazos y me hacen girar. Sus ojos marrones me observan en una mezcla de enfado y adoración.

- No vuelvas a decir eso, joder. Eres preciosa, Kaycee- maldice en voz baja escaneando mi rostro como la primera vez que me conoció. Es una de las cosas que me gustan de él, es de las pocas personas que me hacen sentir bien por muchos años que pasen.

Desde que arreglé las cosas con él todo ha cambiado en ese sentido. Me trata de una forma indescriptible, más especial, me hace sentir segura.

- Dentro de nada sabremos que va a salir de aquí- recuerda señalando mi estómago. Se agacha un poco y levanta mi camiseta con sumo cuidado besando mi ombligo. Por actoreflejo, me aparto con una carcajada. Me estaba haciendo cosquillas.

-¿Qué quieres que sea?-pregunto caminando descalza por la habitación. Ayden se acerca corriendo a mi al ver que hago una mueca de dolor, malditos riñones.- Estoy bien.

-Estate de una vez, por favor- ordena de malas maneras arrastrándome hasta el sofá del salón para que me siente. Con un bufido, obedezco cruzando mis brazos.

Sus ojos brillan llenos de furia pero contiene su enfado y se pone de cuclillas para estar a mi misma altura.

Sé que está harto de tener que vigilarme todo el tiempo para que deje de hacer cosas pero no puedo evitarlo, el aburrimiento de estar encerrada me está matando.