💖Te Amaré Siempre: Sólo Dios Sabe Cuánto Te Amo... Sólo Dios lo Sabe (I)💖

💖Capítulo 57: Regreso a México💖

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Cuba:

Después de las compras de los regalos, Eduardo y Laura, decidieron enviar un coche con ellos a la Recepción del hotel para recogerlos en la noche. Después entran a un Restaurante del "Miramar Center" en el municipio Playa y reservan una mesa para almorzar.

Acto seguido de revisar la carta del día, decidieron pedir camarón como plato fuerte, acompañado de arroz con gris, papas fritas y ensalada de col y tomate, luego de postre, el preferido por los dos. Cuando Laura, le pregunta a Eduardo:

- Laura: ¿Te gusta el lugar, mi vida?

- Eduardo: Me encanta.

- Laura: A ver, ¿por qué te gusta?

- Eduardo: Amor, me gusta porque estamos rodeados de tiendas, casas residenciales y por supuesto, el inmenso mar.

- Laura: Pues fíjate, que por eso a mi también me encanta este lugar, mi amor.

- Eduardo: ¿De verdad?

- Laura: Si, ¿y qué te parece la comida?

- Eduardo: Deliciosa, mi Estrella.

- Laura: Me alegra de que te guste la comida de mi país y su naturaleza.

- Eduardo: Si me fascina. Pero, ¿vamos a continuar comiendo no? Que tengo mucha hambre, es que hemos caminado mucho.

- Laura: Si verdad, hasta yo.

Siguieron disfrutando de la deliciosa comida y el postre preferido por los dos. Luego de haber pagado el servicio salen del Restaurante y cogen un coche con destino a La Lisa. Al llegar a la casa de Laura, los recibe Reina que estaba correteando con Doki en el patio.

- Reina: ¡Tata, tata!

Dice casi gritando y dando brincos y luego se acerca corriendo a la pareja recién llegada.

- Reina: Buenas tardes.

- Eduardo: Hola preciosa. ¿Cómo estás?

- Reina: Hola lindo, estoy bien, ¿qué me trajiste hoy?

- Laura: ¿Reina, qué formas son esas? ¡Qué no te ha dicho mamá, que no se pide nada, qué es mala educación!

- Dayami: ¿Reina, dónde estás?

Dijo gritando y saliendo al portal en su búsqueda. No se había dado cuenta de la llegada de Laura y Eduardo.

- Reina: Aquí mamá.

Responde Reina gritando.

- Laura: Ya la estoy regañando por pedigüeña, mami.

- Dayami: ¿No me digas?

- Eduardo: Tranquilas, es una niña, déjenla ser feliz... Y sí, te he traído un regalo.

- Reina: ¿Qué es?

- Eduardo: Es una sorpresa, tienes que cerrar los ojos y estirar las manos para ponerte el regalo.