💖Capítulo 84: ¡Ven Apaga mi Fuego! ¡Anda Ven!💖

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En el Restaurante:

El joven mesero se acerca a la pareja y cómo la ve tan amorosa y sabe quiénes son, decide esperar a que terminaran su segundo beso. Finalmente puede acercarse, pide disculpas y les trae su pedido. Comienzan a disfrutar su comida sin dejar de buscar sus ojos amorosos y cautivadores.

- Jaime: ¡No sabes lo feliz que me haces haber aceptado mi invitación! Desde que te fuiste de mí fue un infierno mi vida. ¡Saber que pude haber sido el padre de tus hermosos hijos y el esposo que hubiera deseado ser para ti, me da mucho pesar!

- Angélica: ¿Y yo?, ¿qué me dices a mí? ¡Que me he pasado mi vida aparentando lo que no es, complaciendo a las personas a mi familia y mis amigos!

- Jaime: ¡No sabes cuánto le agradezco a esta empresa que nos ha invitado a hacer este trabajo! Mi acercamiento contigo me prende muy a gusto.

En ese momento Jaime saca su pie de un zapato y comienza a tocarla muy sensualmente por las piernas. Angélica se sorprende, pues están en un lugar público y le dice:

- Angélica: ¿Jaime, qué haces?

- Jaime: ¡Yo, encenderte! Ven apaga mi fuego. ¡Anda ven!

Angélica suspira:

- Angélica: ¡Dios mío! ¿Qué hago con este hombre? ¡No ves que estoy prendida desde hace rato!

- Jaime: ¿Qué propones o te propongo yo?

- Angélica: Eh... ¿Que de qué? No entendí...

Jaime se acerca al oído y le cuchichea algo que ella comienza a reírse.

- Jaime: ¿Estás de acuerdo?

- Angélica: ¡Si, pero recuerda que debo regresar!

- Jaime: ¡Entonces... Vámonos!

Casa de Fernando y Lety:

En su cuarto Fernando, bajó sus labios hacia su cuello y le dejó besos en él, mientras bajaba suavemente por su pecho. Cuando llegó a uno de sus senos, lo chupó y lo besó mientras con la otra mano apretaba y masajeaba el otro suavemente. Luego bajó hasta su ombligo y lo empezó a lamer con su lengua y dejarle pequeños besos en el mismo. Después subió con fervor hasta sus labios nuevamente. Fernando le dijo a Lety, en el oído:

- Fernando: ¡Te amo, mi Lety! Por favor, no me dejes nunca.

- Lety: ¡Y yo a ti mi Fernando! Yo no te dejaré, si tú no me dejas.

- Fernando: Claro que nunca, escúchame bien, nunca te voy a dejar.

- Lety: ¿Sabes? Tus palabras hacen que te ame mucho más, mi corazón.

Después de esa confesión, Fernando entró en ella suavemente mientras que ella se mordía el labio interior para ahogar sus gemidos. No soportó más y dijo entre jadeos:

- Lety: ¡Hm... Fernando... Hm... Más... Rápido... Por... Favor...! ¡Ah!

- Fernando: ¡Lo que tú digas, mi Lety!

💖Te Amaré Siempre: Sólo Dios Sabe Cuánto Te Amo... Sólo Dios lo Sabe (I)💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora