💖Te Amaré Siempre: Sólo Dios Sabe Cuánto Te Amo... Sólo Dios lo Sabe (I)💖

💖Capítulo 80: ¡De Qué Pasa Algo Raro, Pasa!💖

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Alex, también se paró de su lugar y salió a fumarse un cigarrillo afuera.

Eduardo comentó con Laura:

- Eduardo: Eso debe ser tema Luigi, desde que ellos se separaron están que nadie los soporta, ni ellos mismos.

- Laura: Y hablando de Luigi, ¿no te parece extraño que él no estuviera acá? ¡Con lo obsesivo que es para su trabajo, está muy raro que no haya ni siquiera pasado!

- Eduardo: ¡Si eh! ¿Qué le habrá pasado?

- Laura: Oye amor y otros que están muy extraños, son ese par.

En la mesa de Angélica y Jaime:

Que quedaba justo frente a Eduardo, todo era risas y complicidad entre ellos.

Mesa de Eduardo y Laura:

- Eduardo: ¿Quiénes?, ¿Angélica y Jaime?

- Laura: ¡Habla bajito que te van a oír! ¡Si, ellos!

- Eduardo: Ellos desde el acercamiento que tuvieron en los eventos que ha realizado nuestra empresa, están más empalagosos.

- Laura: ¡Si, pero hoy a él se le fue la frase de "Mi amor" delante nuestro! ¡Luego la quiso disimular, pero ya era tarde!

- Eduardo: ¡Tú verás que ellos, terminarán juntos!

- Laura: ¡Tremenda revolución se forma en las Redes Sociales! ¡Esos dos levantan a medio mundo!

En ese momento Angélica y Jaime, se paran de la mesa y preguntan dónde está el baño de la instalación. La dependiente muy amable, les contesta donde queda el mismo. Igual se fueron muy risueños y demasiado cercanos.

Ariel en su mesa junto a Rocío:

Ariel parecía una estaca, no hablaba. Solo miraba a la chica con furia, pero no se atrevía a decir nada. Rocío, que no se le iba una, le dijo:

- Rocío: ¿Le ocurre algo Don Ariel? Es que lo veo como molesto.

- Ariel: ¡Claro, si se ha pasado la mañana coqueteando con esos dos hombres!

- Rocío: ¿Y eso que le importa a usted? Yo no tengo ningún compromiso con usted, ni tengo que rendirle cuentas a nadie aquí en este lugar.

- Ariel: ¡Por lo menos pudiera ser más profesional y dejar un poco el galanteo! ¿No?

- Rocío: No, no estoy de acuerdo con usted, soy muy profesional y los he atendido muy bien. Además, ¿quién en este país no se alborota cuando tiene cerca a Jaime Camil y Sergio Mayer? ¡Que yo sepa, eso no tiene nada de malo! Y con su permiso, debo ayudar a retirar las mesas donde ya han terminado los comensales.

Ariel, se quedó con una impotencia por dentro por no poder hacer nada ante tal situación. Se estaba consumiendo de celos en su interior. ¡Esa mujer le provocaba muchas cosas, pero era muy dura de roer!

Solo atinó a mirarla con sus movimientos de allá para acá trasladando cubiertos, vasos y platos para el carro de la comida que habían traído de la empresa. Para sus adentros se decía: "¡Es tan linda! ¿Ariel qué te pasa? ¡Se te está removiendo el piso con tu secretaría!"