💖Capítulo 193: ¡Don Erasmo Ojito!💖

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Erasmo estaba en la oficina de Tomás:

- Tomás: ¡Vea Don Erasmo, estas cuentas no se pueden confundir! ¡Métalas separadas en su bolso! ¡No se le vaya a olvidar!

- Erasmo: ¿Y por qué se me va a olvidar?, ¿con quién crees que estás hablando? ¡Bobo!

- Tomás: ¡Ay, Don Erasmo...! ¡Aquí entre nos, es que ya usted está viejito, no! ¡Pronto le falla la memoria! ¡Jeje!

- Erasmo ¡Cállese! ¿Viejito yo?, ¿viejito yo?

- Tomás ¡Quiere que le diga la verdad? ¡Pues sí, jaja!

- Erasmo: ¡Mira atrevido! ¡Todavía tengo ánimos! ¡Tengo bríos! ¡Tengo fuerza en la vicornia, para que sepa!

- Tomás: ¡Ay no! ¡Pues en esa esquina está Emergido, Ícaro, Smith, Padilla, Lázaro...!

- Erasmo: ¡Cállese la boca! ¿Quiere irse a las manos conmigo?, ¿quiere sentir el puño o de un verdadero hombre?

Erasmo se quita el chaleco, se impulsa los puños de la camisa para atrás y le dice a Tomás:

- Erasmo: ¡A ver, ven! ¡Va a ver este viejo la fuerza que tiene!

- Tomás: ¡Ah no, está bien! ¡Dejémoslo ahí! Porque si le parto un brazo, después viene con reclamos.

- Erasmo: ¡Si me partes un brazo! ¡Atrevido! ¡Mira! ¡Mejor así, porque te hago polvo esos palitroques que tienes como huesos!

Erasmo se vuelve a sentar y Tomás le dice:

- Tomás: ¡A ver! ¡A ver!

Ambos se toman los brazos de pulso y empiezan a forcejear con el codo encima de la mesa a ver quién se lleva la victoria.

- Erasmo: ¡Mira! ¡Siente la fuerza de este puño bien alimentado! ¡No como el tuyo que lo alimentaron con harina de pan!

Los dos siguen forcejeando y suena el teléfono. Tomás toma el auricular con la otra mano como puede:

- Tomás: ¡Sí! ¡Vicepresidencia Financiera!

Tomás sigue forcejeando con Erasmo mientras habla por teléfono:

- Tomás: ¡Ahhh! ¡Que tal Doña Julieta! Aquí lo tengo. Ya le pasó el servicio médico.

Tomás, mientras seguía forcejeando con Erasmo, le dice que tome el teléfono y Erasmo lo hace:

- Erasmo: ¡Qué tal mija! ¡Aquí luchando contra las fuerzas oscuras de la inbecilidad! ¡No, no te preocupes! ¡Yo estoy bien! !Yo estoy bien! ¡Sí, yo voy a almorzar!

- Tomás: ¡Cuidado, cuidado! ¡Que se va a reventar el viejito! ¡Todo por la hernia!

Finalmente Erasmo cuelga el teléfono y Tomás, como puede, vuelve a colocarlo en su lugar:

En ese momento entra a la oficina Yasmín, sin pedir permiso. Venía buscando a Erasmo. Los dos se quedan hipnotizados mirando a la recién llegada. Tomás aprovechando la dispersión de su contrincante y le gana el pulso a Erasmo. Luego exclama:

💖Te Amaré Siempre: Sólo Dios Sabe Cuánto Te Amo... Sólo Dios lo Sabe (I)💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora