💖Te Amaré Siempre: Sólo Dios Sabe Cuánto Te Amo... Sólo Dios lo Sabe (I)💖

💖Capítulo 89: ¡No, Mi Bebé No!💖

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En el local del Casting:

Solo faltaba seleccionar los ganadores de los puestos ofrecidos por la empresa, los cuales se iban a enterar en el siguiente día a través de una página en Internet preparada para el evento, habían pasado 56 personas por las manos del jurado. Angélica, pide permiso para ir al baño y Jaime sin pedirlo ni dar escusas, la siguió rápidamente.

Angélica, cierra la puerta del baño para hacer su necesidad, cuando se sorprende al ver a Jaime tras cerrar la puerta del mismo luego de ella. Jaime, se apresura sobre ella y le da un beso apasionado que estremeció toda el alma de Angélica. Tras el beso, ambos se envolvieron en un torbellino desenfrenado, pero tierno acto de amor que los transportó por unos instantes al paraíso que solo ellos sabían encontrar. Luego de haber concluido Angélica, le dice:

- Angélica Vale: ¿Jaime, estás loco? ¡Mira donde estamos! ¿Y si entra alguien? Nos delataran.

- Jaime Camil: ¡Si, estoy loco! ¡Tú, tú me tienes loco desde esta mañana que te vi con esta blusa tan provocativa! ¡Picarona!

Le dijo mientras besaba su cuello a la par que iba abrochándose los pantalones. Ella sonríe y le dice:

- Angélica Vale: ¿Te gustó mi blusa?

- Jaime Camil: ¡Me gustó tu blusa y todo los que hay debajo de ella!

Le decía esto mientras la toqueteaba por todo el abdomen y sus senos. Angélica, estaba erizada de pies a cabeza, se volteó y le robó un beso muy apasionado que hubiese parado igual que el anterior si no es que Angélica acata nuevamente a la cordura. Rápidamente le pide a Jaime que salga del baño para que no sospechen los demás, mientras le arregla la corbata y el cabello.

- Jaime Camil: ¡Ah, por cierto no te pregunté! ¿Algún problema en casa anoche al llegar con la excusa que preparamos?

- Angélica Vale: No, todo bien. ¿Y a ti cómo te fue?

- Jaime Camil: ¡De maravilla, dormí como un ángel! Creo que hacía tiempo que no dormía tan plácidamente. ¡Me haces tanto bien!

- Angélica Vale: Yo también dormí muy bien y me levanté de muy buen humor como hace tanto tiempo no lo hacía. ¡Tú me llenas de alegría!

Ambos se quedaron mirándose mutuamente y sonriéndose uno al otro por unos instantes. Hasta que Angélica dijo:

- Angélica Vale: ¡Córrele, córrele!

Lo sacó casi a empujones del baño, no sin antes darle un beso de piquito. Por suerte no había nadie cerca para ver el espectáculo. Angélica Vale, quedó delante del espejo arreglándose el desbarajuste que había formado su Jaime en su ropa y su rostro. Mientras sonreía y decía: "Es un loco, pero tan divino...". Y después de ese lindo pensamiento se fue a hacer su necesidad que no la dejo hacer Jaime.

En el hospital:

Tomás y su madre esperaban la información del Doctor, sentados en uno de los bancos de la Sala de Espera del Hospital. Ya habían pasado como tres horas desde que no sabían de Alicia hasta que sale el Doctor que los había detenido al llegar.