💖Te Amaré Siempre: Sólo Dios Sabe Cuánto Te Amo... Sólo Dios lo Sabe (I)💖

💖Capítulo 119: ¡Ah, eso sí Nadie me lo puede Quitar!💖

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- Lety: ¿Oye qué es eso?

- Fernando: ¡Lo qué mas te gusta mami! ¿O no?

- Lety: ¡Ufff, está riquísimo amor!

Fernando se mueve muy suave.

- Fernando: ¡Sigue mami! Razúrame y ponme como te gusta verme.

- Lety: ¡Ay Dios mio! ¡Qué misión tengo en esta vida! ¡Papi siiii! ¡Yo te hago lo que tu quieras! ¡Ahhh... Pero ohhh...! ¡Qué rica la tienes! ¡Ahhh!

- Fernando: ¡Para ti, bebé! ¡Solo para ti muñeca! ¡Es toda tuya!

- Lety: ¡Ohhh, gran poder divino! ¡Qué hombre me has mandado!

Lety estaba terminando de afeitar a Fernando a duras penas porque su mente estaba totalmente aferrada a las sensaciones que le producía el ir y venir de su hombre en la vagina. Fernando por su parte, poco le importaba el afeitado que le hacía ella; solo quería que terminara para gozarla toda.

Por fin, terminó Lety con su tarea y soltó la navaja en la meseta. Fernando acelera su penetración y mira a Lety con frenesí. La atrapa por el pelo y le roba un beso con lujuria mientras la penetraba con velocidad.

- Lety: ¡Ay papi! ¡Así sigue, sigue! ¡Qué rico!

- Fernando: ¡Te gusta bebé! ¿Ehhh?

- Lety: ¡Me encanta amor! ¡Ohhh siiii!

- Fernando: ¡Ohhhh rico! ¡Lety qué me haces! ¡Ahhh!

- Lety: ¡Ahhh! ¿Y tú a mi qué me das? Me tienes embobada.

Fernando la toma por sus piernas y se la encarama arriba. Ella envuelve las piernas en la cintura de Fernando y él con las dos manos que tenía libre, empuja las nalgas de Lety hacia él penetrándola bien rico e intenso. Su ritmo fue tan acelerado que los dos llegaron al éxtasis llenos de placer.

Luego de haber terminado, Fernando se recostó a la meseta, pues sus piernas le temblaban y como sabía que Lety estaba en la misma situación, poco a poco fue incorporando las piernas de ella al piso, cuidando de que no se cayera.

- Fernando: ¿Sabes que estás deliciosa y me gusta verte así en las mañanas?

Él le roba un beso y ella corresponde.

- Lety: ¡Si cómo no, parezco una bruja!

- Fernando: ¡Tú no eres una bruja! ¡Eres mi Reina divina!

- Lety: ¿Reina yo?, ¿así toda desgreñada?

- Fernando: ¡Pero así me gustas! Eres mi brujita linda. ¿Me das un beso, belleza?

- Lety: ¡Pues mira que no!

- Fernando: ¿Cómo que no?

Lety se sienta en el inodoro y empieza a asearse.

- Lety: ¿Tú crees que alguien puede ser así tan linda como tú dices con mal olor arriba?

- Fernando: ¡Ay mi amor, yo nunca te he sentido mal olor!