Esta historia comienza después de la boda de Lety y Fernando, a partir del capítulo 300 de nuestra querida Telenovela.
La misma está compuesta por su trama de cada uno de los personajes, con ideas aportadas con las chicas integrantes de nuestro grup...
- Jaime: ¡Amarnos, que más! ¿No estás de acuerdo? Yo reviví junto a ti esta noche. La vida misma, nos dirá que hacer en su momento. ¿No crees?
- Angélica: ¡Yo también amor, créeme que esta noche también revivió mi alma! ¡Pero están nuestros hijos por el medio, nuestras parejas, nuestra familia!
- Jaime: ¡Si pues... Lo cierto es que va a ser muy duro enfrentar esta situación! Ya yo vengo desde hace rato con desavenencias con Heidi por una cosa y por la otra. ¡Los niños están sufriendo esta situación, están en el medio!
- Angélica: ¡Y yo que me aguanto a Otto por tantos años por cuenta de mi mamá! Ella siempre lo quiso a él, porque sabía qué si no estaba con él, volvería a tu lado. ¡No sé qué le pasa a mi mamá! ¡El niño igual sufre, porque me ve como ida cuando estoy a solas y hace preguntas!
- Jaime: ¿Y cuándo estás sola, en qué o quién piensas, en mí?
- Angélica: ¡Claro bobito! ¿En quién más? ¡Y por otro lado está la relación de comadre con Heidiconstruida a fuerza, pero relación al fin!
- Jaime: ¡Si hombre...! Mira, te propongo algo. Seamos discretos en nuestros encuentros y maniobremos las relaciones con nuestras familias. ¡Nadie tiene que saber, que estamos juntos! ¿Verdad que si mi amor, estamos juntos? ¡Yo no te puedo perder otra vez! ¡Eh!
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Ella lo mira, le sonríe y le dice:
- Angélica: ¡Me muero si te pierdo otra vez!
Ambos se dan otro beso apasionado que los vuelve a enredar en un torbellino de amor que los lleva hasta el placer de tenerse mutuamente. Ese desenfrenado amor que tuvieron callado por tantos años.
Esta vez la Red interna reproducía una linda canción de Rocío Dúrcal llamada "¡Cómo han Pasado los Años!"
Otra vez quedan casi sin aliento, pero llenos de felicidad. Esta vez fue él quien inició el diálogo, virándose hacia el lado donde estaba Angélica y recostando la cabeza encima de su brazo:
