Amber volvió a su habitación exhausta y se dejó caer sobre la cama.
Estaba un poco descorazonada debido a que se había esforzado tanto por sorprender a Maximilian y todo había resultado así.
-¿Cuánto te han lastimado, Maximilian? Eres el joven amo y has tenido que vivir peor que un sirviente-
Al menos, cuando le dijo que ya no podían ir a jugar al jardín juntos, como solían hacerlo cada tarde, el chico no había preguntado nada, y simplemente lo aceptó.
Maximilian, a pesar de tener tan solo doce años, era de hecho un chico muy maduro para su edad. Las cosas terribles que tuvo que vivir hicieron que dejara de ser un niño demasiado pronto.
No era justo, el pequeño duque únicamente salía de su habitación cuando ella estaba presente, y solo a jugar a ese jardín, pero ahora por culpa del duque, ella ya no podría jugar ahí con Maximilian.
Amber no hubiera sabido qué decir si el chico le hubiese preguntado por la razón, se alegraba tanto de que no lo hubiese hecho.
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"¿A qué te refieres con eso?"
Albert se inclinó respetuosamente ante el cuestionamiento del duque, quien tenía una mirada oscura.
"Lo siento, su gracia, pero lo he constatado con varios testigos"
De pronto el estudio parecía mucho más frío y lúgubre ante la presión que estaba liberando un enojado Duncan. Albert tragó saliva y continuó.
"Fue la misma sirvienta, Amber Vilches, la que buscó a la jefa de sirvientas para pedirle que la enviara a trabajar a las cocinas. Luego de eso fue la jefa quien seleccionó a la jovencita que se presentó ayer en sus habitaciones. Incluso... "
"Incluso ¿¡Qué!?"
"La jefa de sirvientas le pidió a aquella jovencita que se trenzara el cabello de ahora en adelante si es que quería el trabajo de criada en las habitaciones de su excelencia"
El duque podía sentir la sensación de la traición corroyendo su pecho, y apretó impotente los puños a ambos lados de su cuerpo.
Estaba claro que todo aquello habían sido las órdenes de la duquesa. Pero viendo que Amber continuaba con vida, significaba que hasta ahora solo había sospechas de su parte.
Pero ¿Qué había sido exactamente lo que llevó a su Amber a pedirle aquello a la señora Thomas?. ¿No se suponía que cualquier chica en su lugar estaría muy feliz de tomar un trabajo menos pesado y con mejor paga, a su lado?.
El duque apretó la mandíbula con fuerza, no podía evitar sentirse traicionado, herido y confundido. Ahora, gracias a esto, debe dejar que las cosas se enfríen durante algunos meses hasta que la duquesa deje de lado todas sus sospechas.
"Su gracia. ¿Qué debo hacer a continuación?" Preguntó Albert con cierto recelo
Duncan suspiró aflojando los puños cerrados, antes de contestar
"Nada, no hagas nada. Solo sé mucho más cuidadoso. La duquesa seguramente nos estará vigilando durante un tiempo"
Cuando transcurriera un tiempo prudente, el duque tendría que poner en marcha un mejor plan.
Tal vez iba siendo hora de cambiar a todas las sirvientas que lo atienden.
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El regreso de la extra
RomanceAmber Vilches, luego de recordar su vida como Han Ji-a, se da cuenta de que tan solo es una extra dentro de una novela, un personaje que únicamente sirvió para marcar de manera trágica la infancia del villano, Maximilian Arges. Un desafortunado vill...