Capítulo 141

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"Dolor... Solo dolor infinito... Durante toda mi vida..."

La voz grave y llena de agonía que resonó en su mente fue lo que despertó su conciencia.

"... Oscuridad y podredumbre a cada paso...  ¡No!... alguna vez hubo un rayo de luz, pero ella ya no existe en el mundo" Continuó la voz.

"¿Quién eres?" Preguntó, pero la voz guardó silencio. 

Mirando a su alrededor todo estaba negro. Solo había un pensamiento en su mente.

Ella aún lo está esperando. Se lo prometió, ¡Tiene que volver por ella!

"Amber..."  Murmuró Maximilian. 

"Sí, ella lo era todo para mí... Era mi vida y la única luz de mi existencia. Pero me la arrebataron..." contestó la voz con una mezcla de llanto y desesperanza "Yo... En ese entonces era tan débil que no pude protegerla" 

De pronto, la escena cambió y Maximilian al fin pudo ver algo. 

La brillante luz del día entraba por la ventana de la vieja y sencilla habitación, iluminando el pequeño escritorio de madera tosca y la cama frente a la ventana.

Reconocía este lugar, lo había visto cientos de veces mientras crecía. 

Sus manos... ¿Por qué sus manos son tan pequeñas? Y ¿En dónde están los callos que se formaron luego entrenar con la espada casi a diario durante más de un año?. 

De pronto, el toque cálido de una mano suave en su frente interrumpió sus pensamientos, y al voltear ahí estaba ella, sonriéndole como siempre. 

"Qué bien, la fiebre al fin bajó. Me asustó mucho cuando no despertó en varias horas. ¿Cómo se siente? ¿Algo le duele?" 

Maximilian se quedó observando atentamente a la niña frente a la cama. 

El mismo cabello castaño trenzado y los mismos ojos dorados, el traje de sirvienta que recordaba, era ella, pero Amber se veía muy joven. Una niña de no más de doce años. 

Este era uno de los recuerdos más valiosos en su memoria. 

En ese momento, él tenía solo siete años. 

Su padre había muerto, al igual que la Nana que solía cuidarlo. Y la Duquesa, su madre, lo había abandonado por completo. 

Pronto, todos los criados a su alrededor cambiaron su actitud respetuosa por miradas de burla y negligencia, pero no se detuvieron ahí y comenzaron a golpearlo, humillándolo abiertamente.

La vida era peor que la muerte.

Todos los días tan solo había hambre, dolor y desesperación... incluso había pensado que era mejor morir...  Después de todo, a nadie le importaba.

Hasta que la conoció.

Al principio dudaba de ella, después de todo, ya había probado la maldad de algunos sirvientes que fingieron preocuparse por él justo antes de golpearlo o humillarlo.

Además, antes había visto a su Nana morir vomitando sangre, después de comerse la cena que le habían servido a él. 

Así qué, la primera vez que comió lo que ella le ofrecía, también se había dado por vencido... pensó que si esta comida estaba realmente envenenada, al menos ya no tendría que continuar sufriendo.

Pero increíblemente no murió y tampoco se enfermó.   

Desde ese momento, cada vez, ella dejaba comida ahí con la misma excusa. 

"Oh, estoy en problemas. He comido tanto que ya no puedo terminar todo esto. La jefa de cocina me va a regañar, quizás hasta me castigue si no me lo termino. Si tan solo una persona bondadosa pudiera ayudarme a terminar esta comida, salvaría mi vida"

Y él genuinamente creía que la estaba ayudando al comérselo todo.

Desde ese momento, interpretar la misma escena se volvió una costumbre para ambos.

Por ello, aunque Maximilian tenía mucho miedo de salir de su habitación durante el día, aún acudía al mismo jardín para esperarla para las tres comidas.

Es solo que, uno de esos días, realmente fue interceptado por un grupo de sirvientes que ya lo estaban esperando, armados con palos y atizadores.

Esa mañana la Duquesa los había sancionado con un mes de salario por haber cometido un error, y sabiendo que no podían desquitarse con su amo, acudieron a él para descargar su ira.

Esa fue su excusa.

"Quién te hizo un niño abandonado"

Le grataban mientras lo esculpían y golpeaban.

Esa no fue la primera vez, pero sí la más brutal.

Y, mientras tanto, él... solo podía pensar en que no debería llegar tarde a verla.


En cuanto ellos se fueron intentó levantarse, pero su vista estaba nublada y tropezó varias veces antes de poder lograrlo.

La boca le sabía a cobre y sintió que algo caliente escurría de su rostro, y sin embargo, persistió.

Ella lo estaba esperando... no podía faltar. 

Con gran dificultad, logró llegar al lugar en donde solía esconderse para esperarla.

Y, entonces, se desmayó...


Vagamente, sintió que ella lo cargaba con mucha dificultad y corría con él en brazos gritando desesperadamente por ayuda. 

Quería decirle "No te preocupes, estaré bien" pero no podía despertar. Su conciencia iba y venía, pero el terrible dolor que sentía era constante.

Entonces, él despertó en su habitación un día y una noche después.  Y ella estaba a su lado.

Tiempo después Maximilian se enteró de que, para salvarlo, Amber había intercambiado con otra criada, el único recuerdo que le quedaba de su hermana Verónica. 

Todo para poder conseguir medicinas para tratar sus heridas y la terrible fiebre que estas le habían causado, de lo contrario, probablemente él habría muerto.


Maximilian observó a la niña frente a él, tan delgada como una pequeña caña... solo un niño ingenuo como él, en ese entonces, habría creído realmente que le estaba ayudando a terminar su plato de comida.

Entonces, dando un salto, se levantó de la cama y la abrazo con todas sus fuerzas. 

"Gracias" susurro "Gracias por intercambiar el único recuerdo de tu hermana para salvarme" 

En ese entonces nunca le dijo que lo sabía... No quería entristecerla. 

"Y... Perdóname, Amber. No pude recuperarlo para ti" 

Lo intentó, realmente lo intentó, pero la sirvienta que lo vendió hace muchos años murió de parto, y luego, la pista se perdió por completo. 

"Mi pequeño Duque" Dijo ella acariciando su cabeza con ternura "No se preocupe por esas cosas. Verónica estaría feliz de saber que su relicario fue usado para ayudar a mi pequeño amo.

 Cuando le escriba el siguiente mes le voy a contar, estoy segura de que se alegrará mucho. Quizás la noticia incluso la anime para salir al jardín a tomar el sol"

Maximilian sonrió y hundió el rostro en los brazos de Amber. 

Este sueño era realmente hermoso. 

Ella nunca se lo dijo, pero él lo sabía... desde que Amber comenzó a comprar cosas en el pueblo, dejando de enviar todo su salario a casa, y dejando de hablar de Verónica por completo...

Quizás en este sueño, la hermana de Amber aún seguía con vida.

El regreso de la extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora