Capítulo 94

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Al mirar a la dueña de aquella mano delicada se encontró con lo que debería ser una niña de unos doce años, de piel tan blanca como la leche, de grandes ojos azul grisáceos y cabellos dorados que bailaban al viento, tan suave como seda.  Vestida de un blanco puro, parecía un pequeño ángel.

La pequeña se negó a soltar la máscara de Amber, e hizo un puchero mientras sus ojos se colmaban de lágrimas, luciendo realmente lamentable, como si todas las quejas del mundo hubiesen sido cometidas por ella. 

El dueño del puesto lo vio todo, esta máscara fue pagada por la joven frente a él, pero la pequeña niña la tomó al mismo tiempo y estaba por llorar. No pudo evitar sentirse angustiado e intentó convencer a la niña.

"Pequeña señorita, esta máscara no es adecuada para tu pequeño rostro, es una máscara para adultos. De este lado tengo muchas máscaras infantiles muy bonitas, puedes elegir la que quieras"

La niña rubia miró las máscaras que señalaba el tendero, sin soltar la que tenía en las manos, y negó con la cabeza.

A ella le gustaba esta máscara, no quería ninguna estúpida máscara de conejo, rana, ratón o ningún molesto animal. 

"Yo... yo... la vi primero, es mía... ¿Por qué eres mala y me intimidas?" Preguntó la niña con voz llorosa, casi a los gritos, derramando lágrimas como pequeños diamantes, tan lastimoso.

Muchas personas ya habían volteado para mirar qué estaba ocurriendo, y la niña continuó

"Tú, tendero, te has aliado para intimidarme junto a esta mujer viciosa y perversa, solo por qué soy tan solo una huérfana y soy pequeña"

"¿...?"

El tendero estaba avergonzado al notar las miradas de la multitud sobre su persona, e intentó explicarse

"No es eso, pequeña señorita, es solo que la joven ya pagó por esta máscara y ahora le pertenece..."

"Yo también tengo dinero, y mi dinero es tan bueno como el suyo, ¿Por qué son tan malos? ¿Por qué me quieren arrebatar lo que es mío?" La niña estaba llorando, interrumpiendo al hombre, quien no sabía en donde meterse para ocultar su vergüenza.

Sobre todo por qué muchos "defensores de la justicia" salieron a hablar por la niña

"Gente perversa" "¿Cuánto es? Yo pagaré por la máscara" "¿Te atreverás a no vendérmela a mí?" "Tan grande e intimidando a una niña tan linda" "Mujer malvada y viciosa" "Corazón negro" "Si eres tan valiente ven a molestar a alguien de tu tamaño"

Las voces de la multitud regañaban a Amber y al tendero juntos, y cada vez más y más personas se unían a la multitud.

Amber no sabía como reaccionar, como si estuviese profundamente sobrecogida. Jamás, en sus dos vidas, había sido regañada de esta manera. Sobre todo porque no había hecho nada malo.

La justicia y la razón estaban de su lado, pero aun así estaba siendo condenada sin piedad y sin pruebas por las palabras sin fundamento de una niña. 

¿Tenía sentido que el blanco se transformara en negro solo porque esta pequeña señorita era cinco o seis años menor que ella?

William desde un techo cercano lo había visto todo y estaba rechinando los dientes de la ira. Nunca antes había visto a una niña con un comportamiento tan tiránico y manipulador.

¿Dónde estaban sus padres o tutores? 

Will quería hablarles sobre como educar a los niños con límites, para evitar que crecieran para ser unos tiranos narcisistas. 

El regreso de la extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora