Capítulo 118

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Amber no podía dormir a pesar de que era tan tarde en la noche, estaba demasiado emocionada mientras esperaba a que el anillo se cargara con la luz de la luna. 

Luego de tanto tiempo, al fin podría volver a escuchar su voz.

Habían tantas cosas que había querido contarle a su pequeño duque durante este año de ausencia.

La joven observó el anillo en su dedo con una sonrisa, y entonces lo notó.

Tal como había dicho Maximilian, conforme transcurría el tiempo que pasaba el anillo bajo la luz de la luna llena, un pequeño cristal transparente que había estado engarzado al lado del zafiro se iba tiñendo muy lentamente de un color azul claro y volviéndose cada vez más azul. 

En cuanto el color del punto azul igualó al del zafiro, se formó sobre de este un número "1" muy pequeño, casi imperceptible. 

Lo que significaba que ahora se podría usar durante diez segundos. 

El corazón de la joven comenzó a latir en su pecho, como si este quisiera salirse de este..

Entonces Amber pronunció tímidamente el nombre de la persona que tanto había extrañado en un susurro, y el anillo se activó con un brillo perlado que lo cubrió por completo.

"Maximilian..." Volvió a llamar sin darse cuenta de que su voz era anhelante

"Amber..." Se escuchó una hermosa voz, una que estaba entre el tono de un niño y un hombre, desde el otro lado "Eres tú... mi Amber, ¡por fin!... ¡Eres realmente tú!... Te extrañé tanto"

La voz de su pequeño Duque comenzaba a quebrarse por las lágrimas, pero al mismo tiempo Maximilian parecía estar sonriendo emocionado.

Por un momento Amber recordó aquella triste despedida que tuvieron que vivir en la puerta del Ducado hace tiempo y sus ojos también se llenaron de lágrimas.  

"¿Amber?..." 

La llamó cuando ella se quedó el silencio.

Había llegado el momento de hablar, pero la mente de la joven se había quedado completamente en blanco

"Soy... soy yo..." Tartamudeó tontamente  "Gracias por tu obsequio.  ¿Cómo... ? ¿Cómo ha estado mi pequeño amo?"

Cuando de sus labios salieron estas torpes palabras se sintió avergonzada.

Ella incluso había cambiado abruptamente su forma de dirigirse a él debido a sus nervios. 

Pero Maximilian soltó una risita baja desde el otro lado, como si pensara que efectivamente la Amber que conoció continuaba siendo la misma que solía perderse en sus pensamientos, y luego contestaría distraídamente.

Y respondió a su pregunta

"Ahora estaré bien... mi Amber, al fin puedo volver sentir que la vida tiene color en mi mundo gris"

Amber no entendió su ultima frase. 

Iba a preguntarle, hasta que vio que el brillo perlado del anillo se iba volviendo más débil y el pequeño indicador de color azul se estaba aclarando hasta regresar poco a poco a ser por completo transparente.

El tiempo se terminaba inevitablemente

"Te amo Amber" susurró Maximilian desde el otro lado dulcemente antes de que la comunicación se cortara por completo.

Los labios de la joven formaron una línea y luego temblaron... sin darse cuenta, de sus mejillas habían comenzado a caer lágrimas.

Tenían tan poco tiempo y ella lo había desperdiciado de esta manera. 

El regreso de la extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora