Capítulo 119

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La siguiente vez que William y Maximilian se reunieron, Will volvió a usar el rostro de Owen para recibirlo. 

Usualmente para tan buen socio, a estas alturas, Will ya le habría mostrado su verdadero rostro como un acto de buena fe. Y aún más ahora qué lo consideraba como un buen amigo.

Pero es solo que Will siempre había estado secretamente enojado con Maximilian; y su molestia no había disminuido ni con los meses, ni después de que se hubieran convertido en amigos y hubiera un constante intercambio de cartas entre ellos.

La única rivalidad entre ambos era sobre aquella joven de ojos dorados brillantes a la que los dos mantenían en lo alto de su corazón.

El resentimiento de Will tenía que ver con que desde que le entregó aquella carta a Amber, ella había comenzado a llevar un misterioso anillo de zafiro en su dedo anular izquierdo, y Will ya la había sorprendido varias veces mirando este objeto con ternura y sonriendo tontamente cuando creía que nadie se daba cuenta.

Will creyó que no tenía derecho a preguntarle al respecto, pero se negaba a creer que ese anillo tuviera algún significado ulterior.

También, durante tres noches al mes, exactamente cuando había luna llena, Amber se "iba a dormir temprano". Pero más tarde desde su habitación, a veces se podía escuchar su risa y otras veces un llanto ahogado, para luego aparecer tarde al día siguiente con los ojos un poco hinchados.

William estaba seguro de que todo esto se debía al joven frente a él.


"Esta vez... también me gustaría que le entregaras estos"

Dijo Maximilian sonriendo astutamente y puso sobre de la mesa una pequeña cajita forrada en terciopelo negro

"..."  Will lo observó con dudas en los ojos y no recogió la pequeña caja

"Esto es algo que le prometí para ayudarla a cambiar su color de ojos y cabello, la ayudará a que no la reconozcan tan fácilmente cuando tenga que salir de casa"

Expresó Maximilian mientras observaba la pequeña caja con obvia dulzura en los ojos.

Entonces la mirada de Will se llenó de celos, pero aún así tomo la caja y la guardó en su bolsillo a regañadientes.

Quería decirle que él ya estaba haciendo un buen trabajo protegiéndola. 

Que si ella quería salir, él podía ayudarla a cambiar su apariencia... pero Will sabía perfectamente que ninguno de sus hechizos sería infalible frente a los detectores mágicos, y últimamente ese Duque lunático había logrado que la torre de magos le fabricara un detector mágico "de bolsillo" para llevarlo consigo y continuar buscando a Amber.

Según los últimos reportes de su gremio, esta sería una joya que llevaría en el pañuelo de su cuello cada vez que saliera.

Gracias a esto Will se había visto en la necesidad de comenzar a restringir cada vez más las salidas de la joven. Ella parecía darse cuenta de que algo estaba ocurriendo, pero no preguntó nada al respecto, y él no quiso decirle para no angustiarla.

"Así que no mostrarás tu sinceridad dejándome ver tu verdadero rostro" 

Maximilian interrumpió sus pensamientos con estas palabras, pero Will cambió el tema sin ninguna vergüenza con una pregunta

"¿Sabías que ahora tu padrastro, el Duque, ha logrado que la torre de magos le haga un detector de magia personal?"

Maximilian se recargó sobre el respaldo del sillón perezosamente y sonrió con cierta burla hacia su obvio intento de desviar el tema. 

El regreso de la extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora