Capítulo 55

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En ese momento llamaron a la puerta. Era la jefa de criadas, quien vino para escoltar a Amber

"Su alteza te está esperando en su estudio. ¿Lo has pensado bien?"

"Sí"

"Entonces usa esta bufanda y vamos"

Amber asintió y luego de ponérsela, fue a buscar su bolso

"Creí que dijiste que te irías mañana" Preguntó la Señora Thomas con extrañeza

"Su alteza debe ver que estoy desesperada por irme" Contestó ella.


Cuando ambas salieron, Maximilian fue hacia el ropero y vio su equipaje dentro de este, se veía tan solitario. Aún no lo había desarmado, lo dejó intacto por qué todavía tenía esperanzas de encontrar una manera de irse con Amber.



En el estudio de la Duquesa, únicamente estaban cuatro personas, incluida su alteza y Amber. De las otras dos, una era la señora Thomas y la otra era Marie, la sirvienta de confianza de su alteza, la Duquesa.

Amber, temblando, se inclinó y sus ojos enrojecidos llamaron la atención de la Duquesa

"Es extraño, ¿Acabas de ser ascendida y has estado llorando? Dime, ¿Por qué has solicitado hablar conmigo?"

"Iré al grano, su alteza. Le suplico, me permita renunciar a mi puesto como la asistente de su excelencia, el Duque" -

La Duquesa frunció el ceño con disgusto cuando escuchó estas palabras.

"No es conmigo con quien debes hablar para renunciar, sino con el Duque"

"¡Se trata de mi hogar!. Llegó una carta urgente de casa, y debo salir cuanto antes. El camino es largo, y temo que no podré llegar a tiempo si me demoro"

Marie, al lado de la Duquesa, se acercó para susurrar algunas palabras al oído de esta

"El mayordomo ha dicho que su excelencia el Duque se encuentra de muy mal humor y no desea ver a nadie el día de hoy"

La Duquesa se acomodó en la silla y puso su codo sobre el reposa brazos, con la mano en el mentón. Estaba un poco interesada en las razones de esta joven para abandonar su puesto, probablemente ella era quien había causado el mal humor de su esposo. 

Cecilia sabía bien, gracias a Kara, cuán torpe era esta chica. Pensándolo bien, quizás no sería tan malo prescindir de su trabajo.

"¿Es por eso que has llorado? Si ese es el problema, te daré un mes para ir, resolver tus problemas y regresar"

"Me temo que no podré volver a mi puesto, ya que el deseo de... - Amber dejó un espacio apropósito y bajó el rostro con tristeza- es que yo me case cuanto antes con mi prometido"

La duquesa miró con frialdad a la jefa de sirvientas, y esta también bajó el rostro con culpa, antes de volver a mirar a Amber.

"Entonces aceptaré tu renuncia, Amber. No necesitamos a alguien que pone su matrimonio por encima de su deber. Puedes pasar la noche aquí y salir mañana temprano"

Amber levantó la mirada, sonrió con lágrimas en los ojos, y se inclinó hasta que su frente tocó el piso

"¡Gracias su alteza!"

"Sí, sí... Ahora retírense. Mañana se te entregará el salario de los días que trabajaste este mes y tu carta de recomendación, por si algún día necesitas volver a trabajar"

El regreso de la extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora