Esa noche Maximilian no pudo dormir.
En su mente no dejaba de repetirse una y otra vez el recuerdo de Alelí llorando frente a él, jurándole que realmente lo amaba y que no le importaba que estuviese desfigurado, después del asunto de la maldición hace unos años.
"Mentira" murmuró, desolado.
Y luego, comenzó a repasar cada iteración entre ella y su hermanastro durante el tiempo que duró la guerra.
Aquellas miradas cómplices cuando creían que él no estaba prestando atención, el cuidado dulce que le brindaba Leonardo a ella cada vez que podía, el tono dulce y cercano de Alelí...
Fue él (Maximilian) el que no quiso darse cuenta, y en su lugar creyó ingenuamente que al fin podría ser feliz.
Alguien como él...
Fue solo un bonito sueño.
Al final, solo Amber había sido sincera con él, únicamente ella lo quiso.
Ella aún debería estar esperando a que rescatara su alma y la trajera de regreso.
"Lo siento Amber" susurró mientras una lágrima rodaba por su mejilla "Tarde mucho en terminar esa guerra"
Will había descubierto en donde estaba enterrada hace mucho, y había enviado a alguien para vigilar la tumba todos estos años, y ahora, era momento de que él trajera de vuelta sus restos.
Pero aún tenía algo último de lo que encargarse.
En cuanto amaneció, Maximilian fue a buscar a su majestad y le solicitó retirar el compromiso con la santa, dejándola libre, tal como quería Alelí.
Pensó que estaría feliz. Ya no tendría que casarse con "el monstruo repulsivo" que la hacía sentir asqueada.
Sin embargo, increíblemente, en su lugar, Alelí estalló en llanto y se encerró en sus habitaciones negándose a probar bocado. Y Leonardo lo buscó para poner una espada en su cuello en vez de estar agradecido.
"¡¡Maldito!! ¡¿Cómo te atreves a humillarla?! ¡Discúlpate con ella!"
Maximilian lo miró con frialdad, sin prestar atención al metal filoso que hería su cuello
"¿Por qué?... Retirar el compromiso era natural, de lo contrario ¿Cómo planeas casarte con ella?. Después de lo que hicieron anoche en los jardines, deberías hacerte responsable, Leonardo"
Estas palabras dejaron en shock a quién sostenía la espada. Y cuando se recuperó su hermanastro ya se había ido.
Leonardo tan solo podía pensar en que debería proteger a su amada.
En este momento... Alelí, después de que se retirara el compromiso solo un día después de establecerse, se había convertido en la burla encubierta de todo el reino.
Y ahora mismo, su reputación también estaba siendo amenazada. Él los había descubierto... si habría la boca...
Maximilian exhumó los restos de Amber, acomodándolos en un hermoso ataúd hecho de un gran cristal de maná con muchos colores y usó un hechizo de conservación e ilusión.
De esta manera, mientras el ataúd no se abriera, ella se vería como antes, sería como si solo estuviese dormida.
Y se fue a vivir en el bosque cerca de la capital, llevándola consigo.
En este lugar construyó una hermosa cabaña y la rodeo de un mar de flores, tal como a Amber le hubiese gustado.
Pensó que una vez que la reviviera podrían vivir aquí juntos con tranquilidad.
Pero el desastre llegó demasiado rápido.
Esa mañana fue convocado al palacio por su majestad para hablar sobre su derecho de sucesión al Ducado de Argen, y luego Nezar había intentado darle un sermón sobre lo reprobable que era que hubiese retirado aquel compromiso primero.
Quién sabría que al volver encontraría algo que casi lo enloquecería por completo.
Todo había sido quemado por fuego mágico hasta convertirlo en escombros y cenizas.
Detrás de Maximilian había un ejército de magos atacándolo desde todos los flancos, pero no le importó y corrió hasta los escombros de la cabaña, desesperado.
Comenzó a retirarlos mientras los protegía, no podía permitir que rompieran el ataúd de Amber.
Cuando había exhumado los restos, estos ya eran muy frágiles, pero mientras el ataúd no se abriera o rompiera, todo estaría bien.
Sin embargo, cuando llegó hasta los restos... Maximilian sintió el tiempo se detenía.
El ataúd había sido abierto apropósito y todo en el interior fue reducido a cenizas y purificado con luz sagrada.
Maximilian perdió por completo la cabeza en ese instante.
Los magos presentes no sobrevivieron, así como los caballeros del Ducado apostados alrededor.
Él solo quería vivir tranquilo, aferrándose a su única esperanza, pero ellos lo obligaron... se negaron a dejarlo en paz y le arrebataron lo único que le quedaba de esa persona.
"Majestad. Lamento decírselo, pero mi hermanastro ha traicionado al reino y a la diosa Karat.
En esa cabaña había cientos de libros de esa profana magia oscura, así que tuvimos que quemarlo todo.
Y la santa también descubrió el impío experimento que mi hermanastro tenía en un ataúd de cristal de Maná, así que después de ordenarle a los magos que lo quemaran, Alelí usó la luz sagrada de la diosa para purificarlo"
Leonardo y Alelí habían vuelto casi de inmediato al palacio para informar lo que encontraron a su majestad, como si hubiesen evitado una gran calamidad para el reino, y dejaron a aquel ejército para "reducir y arrestar" a Maximilian mientras tanto.
Les había costado desactivar los hechizos de protección de la cabaña antes de poder entrar, e incluso Nezar tuvo que ayudarles esta vez para distraerlo y darles tiempo hasta que pudieran volver al castillo.
En realidad al rey no le importaba si lo que ambos dijeron era verdad o no, pero tal noticia le venía de maravilla.
Desde que Maximilian se había vuelto tan poderoso como para destruir a aquel implacable enemigo casi completamente solo, su majestad sentía que su sobrino se había convertido en un potencial peligro para la corona.
No solo era lo suficientemente fuerte como para revelarse con éxito, tampoco tenía nada que perder si se revelaba, y, además, había sangre real corriendo por sus venas.
Alonso antes había pensado en usar lo ocurrido con el compromiso cancelado para culparlo de blasfemia contra el templo y condenarlo por ello, pero no sería suficiente para matarlo porque no había ningún precedente al respecto.
Por eso, ahora, esta nueva información era perfecta.
Después de lo ocurrido en bosque, Maximilian se convirtió en un criminal buscado por conspirar con el enemigo y hacer uso de la terrible magia oscura.
Y, por primera vez, se reveló la existencia de esta oficialmente al reino.
Ni siquiera le dieron un juicio justo o le permitieron defenderse.
El director de la academia real intentó ayudarlo diciéndole al rey que no era magia oscura, sino magia prohibida, pero su majestad lo destituyó y encarceló por "aliarse" con el traidor.
De por sí, la gente del reino ya le temía por su apariencia y por los rumores infundados que circulaban sobre su "crueldad".
También lo habían condenado por retirar el compromiso e "insultar" a la santa del templo, pero ahora... la multitud estaba enardecida.
Muy pronto olvidaron que fue él quién realmente los había salvado, y al reino, de la completa aniquilación.
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El regreso de la extra
RomanceAmber Vilches, luego de recordar su vida como Han Ji-a, se da cuenta de que tan solo es una extra dentro de una novela, un personaje que únicamente sirvió para marcar de manera trágica la infancia del villano, Maximilian Arges. Un desafortunado vill...