Capítulo 102

758 88 5
                                    



Amber sintió que un extraño la sujetaba por la cintura y cubrió su boca, justo antes de saltar con ella hacia el travesaño del techo a varios metros de distancia del suelo. 

E intentó luchar con todas sus fuerzas, pataleando y golpeando sin piedad. Pero la fuerza del hombre era demasiada y nunca soltó su cintura. 

El ruido en el recinto no le facilitaba llamar la atención para obtener ayuda.  Y este extraño continuaba presionándola contra su cuerpo. 

"Soy yo..." 

La cálida voz le susurró al oído confundiéndola por completo 

-¿Ash?-

"Mira abajo" 

Volvió a susurrar y ella lo hizo, pudiendo ver con horror al Duque de Argen llegando hasta donde ella estaba y buscándola con la mirada. 

El rostro de la joven palideció de miedo. 

Will soltó su boca, y relajó el agarre sobre su cintura. 

Temía que ella resbalara y cayera si la soltaba por completo, pero tampoco quería que se sintiera incomoda. 

Ambos miraron desde el travesaño la diversión que se gestaba abajo, pero Amber no quiso ni siquiera darle una segunda mirada a ese repugnante hombre y su vista se enfocó atentamente en su pequeño Duque, llena de ternura. 

Aunque no sabía claramente que estaba pasando o por qué Ashton había podido subir hasta aquí con ella en brazos, Amber confiaba en él, y por alguna razón se sentía segura a su lado. 

William sintió con satisfacción cómo la chica que le gustaba se relajaba a pesar de lo cerca que estaban y sonrió, mientras miraba con burla al enloquecido y frustrado Duque de Argen. 

Y pensó.

-Qué mal por Adriana y Mona. Más tarde haré que alguien las ayude a salir de aquí, para que la gente de ese hombre no las moleste-

Cuando lo vio desmayarse Will se rio, y comenzó a burlarse 

"Plop, qué hombre tan patético. Míralo Amber, así no da tanto miedo, ¿cierto?. Incluso es gracioso. Cuando despierte seguramente va a zapatear de la ira porque te escapaste de sus garras de nuevo" 

Amber  observó la escena y sonrió moviendo la cabeza. 

La gente se hizo a un lado gracias a los guardias reales, los cuales rodearon al Duque de Argen para protegerlo, y Amber pudo ver al fiel mayordomo del Duque acercándose con cara de preocupación hasta su amo, seguido por varios hombres.  

Y mientras los guardias lo levantaban con cuidado para llevárselo, Amber vio como el anciano mayordomo levantaba el ramo que ella había dejado caer momentos antes, con mucho cuidado, a pesar de que este estaba arruinado después de haber sido pisado por la multitud. 

Y pronto se llevaron a Duncan de ahí.

En todo el proceso, la emoción y los gritos de ánimo hacia Maximilian no se habían detenido, incluso, no muchos se habían dado cuenta de la pequeña conmoción que sucedía en esta parte del recinto. 

La gente continuaba dándole flores y animando a su pequeño amo. 

Adriana y Mona aprovecharon la algarabía de los presentes y la conmoción de algunos para perderse entre la multitud y alejarse de ahí silenciosamente. 


Mona era quien más preocupada estaba por Amber, casi en pánico. 

"¡Tenemos que buscarla!" 

El regreso de la extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora