En el techo de la posada.
William llamó a su mano derecha, Owen, un especialista en el arte del disfraz a quien él había entrenado personalmente.
"¿Qué tal lo hice? ¿Fui lo suficientemente misterioso?" Preguntó a este con una sonrisa.
"Mi señor, no entiendo por qué tomarse tantas molestias para esa chica"
Contestó Owen sin mostrar expresión alguna.
"Oh, ¿Tú qué sabes?. ¿Está todo listo para el viaje?"
"Sí, tal como lo ordenó"
"Bien. Pero tú no irás conmigo, mi amigo. Tengo otra misión para ti. Quiero que compres una carreta de manzanas y te disfraces de un comerciante anciano para que la escoltes hasta la capital a salvo"
Owen no estaba dispuesto y protestó
"Mi señor, la siguiente misión no es un juego, usted me necesita a su lado. ¡Retire su orden, por favor!"
"Owen, sabes que nunca hago negocios en donde pierda, ya sea dinero o tiempo. Si ella muere de camino a la capital, ¿no sería eso perder todo mi arduo trabajo?. Solo necesito que la dejes en un pueblo cercano a la capital, uno a las afueras de las murallas. Y para cobrarle el viaje... ¡Ponla a pelar manzanas!, y después finges que fueron compradas cuando pases por un pueblo"
*Jajaja*
Will comenzó a reír nuevamente, y agregó.
"Y luego, si quieres, puedes venir a alcanzarme"
Owen resistió el impulso de poner los ojos en blanco y asintió.
Su señor siempre había tenido un sentido del humor demasiado extraño.
¿Quién compraría manzanas peladas que se habían oxidado con el ambiente?
Obviamente, Will tan solo quería hacer trabajar por nada a la joven y usar una excusa ridícula después.
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A la mañana siguiente, por fin, la carta de Maximilian había llegado a manos de su majestad.
Había tardado más de lo esperado debido a que había estado sepultado entre varios reportes de los territorios, los cuales habían sido entregados el mismo día que la carta.
El secretario de su majestad frunció las cejas al ver papel tan corriente en la que estaba escrita. ¿Realmente esto había venido del Ducado de Argen?
Cuando terminó de leer la misiva, los ojos de su majestad se llenaron de interés y sonrió ampliamente.
"Secretario, son buenas noticias. Mi sobrino Maximilian ha logrado despertar el poder mágico al fin"
El secretario real no era muy optimista al respecto. Qué el chico fuera un mago no quería decir que lograse despertar los extraordinarios poderes de los Argen que habían desaparecido hace 300 años.
"Su majestad, felicitaciones. Sin embargo, ¿cómo es que cuando nació no parecía tener ninguna clase de talento para la magia? ¿Será posible que únicamente sea un mago común?"
El rey parecía molesto
"Mago común, mago común... ¿Alguna vez ha existido un mago que sea común con la sangre de Argen?"
"No, su majestad. Nunca"
"Entonces cierra la boca. Desde que murió el padre de este niño nunca me he preocupado por él. ¿Crees que me resienta por esto?"
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El regreso de la extra
RomanceAmber Vilches, luego de recordar su vida como Han Ji-a, se da cuenta de que tan solo es una extra dentro de una novela, un personaje que únicamente sirvió para marcar de manera trágica la infancia del villano, Maximilian Arges. Un desafortunado vill...