Capítulo 150

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Fue el dolor en el cuello lo que la despertó a la mañana siguiente. 

No podía creer que se hubiese quedado dormida en una posición tan incómoda luego de llorar tanto.

Sus ojos estaban tan hinchados como dos nueces, si Maximilian la viera de esta manera sería bastante vergonzoso. 

Además, Amber había oído en su vida anterior que, a veces, las personas en coma podían escuchar los sonidos en el entorno. 

Así que no podía continuar llorando y lamentándose, tenía que mostrar un estado de ánimo positivo y esforzarse por su joven amo. 

No quería que Maximilian se deprimiera por su culpa, ahora cuando más necesitaba que ella fuera fuerte por él.

Así que corrió a lavarse el rostro y asearse, antes de ir a la cocina a hervir agua para comenzar el día.

Antes de entrar al palacio como criada, de alguna forma Will se enteró de que había regresado a la capital, y le envió una carta ofreciéndose a movilizar a su gente para fabricarle una nueva identidad.

Era lógico, al ser el jefe de un gremio de información, ¿Cómo podría haber algo que ignorara?. Si no fuese tan capaz, en la novela no hubiese podido ayudar tanto a Maximilian.

La carta que encontró Amber sobre la cómoda de la posada donde se estaba quedando rezaba:


"Sé que no podré convencerte de lo contrario, y es obvio que no querías que me enterara de tu regreso. 

Así que solo porque ese maldito Duque se encuentra encerrado en la mansión del Ducado en la capital y su poder ha sido disuelto, que haré de cuenta que no me opongo a lo que quieres hacer.

He adjuntado en esta carta la ficha con tu nueva identidad

Veronica, la antes hija menor y miembro de la familia del Barón Vilches. Como si esta nunca hubiese estado muerta. Mientras te quedes en el castillo llevarás el nombre de tu difunta hermana adoptiva, y ya que tus padres adoptivos vendieron tu título y ahora son solo plebeyos, no debería haber alguien que pregunte por la verdad.

La identidad es perfecta. Solía ser una noble, si aún viviera tendría casi tu misma edad, y nadie la conocía porque su salud siempre fue débil"


Amber agradecía la ayuda de William, pero se sintió terrible al sostener la ficha de su hermana menor... como si su corazón estuviese sangrando. 

Este tipo de fichas de identidad que habían pertenecido a nobles no eran fáciles de falsificar, y si Amber ahora la tenía en sus manos significaba que los Vilches habían vendido la identificación de su hermana menor muerta sin ningún remordimiento.

¡Hasta donde podía llegar la codicia de esos dos! 

Esa misma tarde, Amber había visitado la tumba de su hermana y notó lo descuidada que estaba. Por miedo a ese desgraciado Duque de Argen, no había podido visitarla ni una sola vez.

"Lo siento, Verónica. No te había podido venir a ver antes. Y... lo siento tanto, pero, por favor, ayuda a tu hermana una última vez"  

Murmuró entre lágrimas mientras limpiaba la lápida y desyerbaba. 

Amber esperaba que ese loco hombre se quedase para siempre encerrado en su mansión, y que la Duquesa nunca más le permitiese ver la luz del día.


El regreso de la extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora