Durante el soliloquio, cuando Will había levantado la voz, Amber había deseado contestarle también a gritos
"¡Maximilian estaba en una situación tan desesperada, y, sin embargo, no estaba usando hechizos porque su maná estaba completamente agotado!... ¡¿¿¿No se dieron cuenta???!...
Maximilian sabe usar la espada, pero él no es un espadachín... En cambio, el duque... ¡El duque es un maestro de la espada reconocido!. Todos en el reino lo saben... pero cruelmente dejaron que Maximilian lo enfrentara solo"
Sin embargo, Amber no abrió la boca.
Las palabras se habían atorado en su garganta, como si la estuvieran asfixiando.
¡¿De qué servía decirlo ahora?!... En nada ayudaría que ellos lo supieran.
Además, este era el secreto que Maximilian le confió a ella en aquella carta, no podía revelarlo.
Amber se quedó en medio de aquella pequeña estancia vacía, completamente sola.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas, pero ahora tan solo tenía la mirada perdida.
Negándose a creer que lo que estaba pasando fuese real.
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Afuera, Owen dejó que su amigo se tranquilizara por sí solo, y regresó a la cabaña.
Le preocupaba que la joven dentro se hubiese visto demasiado estimulada y fuera a cometer alguna locura.
Pero al verla ahí de pie, derramando lágrimas en silencio, no pudo evitar que lo embargaran la pena y la culpa como una marea, mordiendo su conciencia hasta el punto de no saber como mirarla.
Era su gente quien debería haber hecho lo posible por rescatar a Mike, no el joven duque.
Maximilian ya había cumplido al regresar por ellos.
De hecho, Owen había ocultado algo importante... Él mismo era el único culpable de lo ocurrido.
Ambos lo habían acordado... "Yo rescato a Mike, y tú rescatas al jefe" esas fueron sus exactas palabras en ese momento.
Max cumplió, pero, en cambio, él... Él perdió a Mike.
No tenía ningún derecho a exigirle nada al pequeño duque, pero aun así habían tenido la suficiente desvergüenza como para obligarlo a volver.
Owen tampoco podía culpar a Will por haber actuado como lo hizo.
Will ha criado a ese chico Mike como si fuera su propio hermano pequeño, incluso ocultándolo del gremio. Lo cuidó y alimentó prácticamente desde que era un bebé y daría todo por ese chico.
Para que lo salvara, incluso ofreció devolverle a Maximilian el porcentaje del negocio que ambos pactaron a cambio de que cuidaran bien a Amber.
Y cuando eso no funcionó, ambos lo amenazaron y luego Will lo golpeó.
Maximilian no se defendió, sabía que Will estaba débil, herido y completamente fuera de sí.
Pero no había duda, no tenían excusa, ambos fueron egoístas.
Habían actuado mal... Y ahora esta chica frente a él se veía como si le hubiesen robado el alma del cuerpo.
Owen siempre creyó que esta mujer les traería únicamente problemas a cambio de nada, pero esta vez no podía ni siquiera atreverse a pensar así de ella.
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El regreso de la extra
RomanceAmber Vilches, luego de recordar su vida como Han Ji-a, se da cuenta de que tan solo es una extra dentro de una novela, un personaje que únicamente sirvió para marcar de manera trágica la infancia del villano, Maximilian Arges. Un desafortunado vill...