Maximilian continuó caminando por el pasillo entre la multitud con gallardía, como un pequeño adulto. Ataviado magníficamente en un traje azul y negro de raso.
Sin embargo, la joyería en su cuerpo no era mucha, únicamente llevaba el prendedor de solapa que Amber le había obsequiado en su cumpleaños, el cual combinaba magníficamente con sus ojos azul intenso.
Detrás de él venía un pequeño asistente quien ya había dado varias vueltas llevando todas las flores y pequeños presentes que Maximilian había estado aceptando de las damas que lo felicitaron, y, el cual, en algún momento había desaparecido cuando Maximilian subió al podio.
Al haberse convertido en el alumno más joven en la historia de la academia, el chico fue elegido especialmente para dar un pequeño discurso a los presentes durante la ceremonia de ingreso. Así que ahora se encontraba en su asiento preparado, esperando el momento para tomar la palabra cuando llegase el momento.
Will había ayudado a Amber a sentarse sobre del travesaño para observar la ceremonia, pero ninguno había dicho nada al otro, como si todo se tratase de un entendimiento tácito sobre dejar su "charla" para más tarde, quizás para el momento en el que volvieran a casa.
O al menos eso era para Amber.
Por que Will estaba muy ansioso en estos momentos, preguntándose si Amber estaba demasiado molesta con él y si ahora lo ignoraría.
Ella ni siquiera se inmuto cuando él sujeto su cintura, dejando su mano en esta, para evitar que perdiera el equilibrio mientras estaban sentados sobre el travesaño.
T_T
Era terrible la sensación de ser ignorado, Will preferiría que ella le gritara y lo golpeara para calmar su ira por mentirle sobre su identidad.
Pero ahora ella ni siquiera lo estaba mirando.
Si fuera otra persona a la que el jefe de cuervo se enfrentase no le importaría tal actitud, tal vez incluso lo asustaría dejándolo caer del travesaño como escarmiento.
Pero se trataba de Amber, la mujer que le gustaba.
Si ella quería estar enojada e ignorarlo de ahora en adelante, él se lo merecía y solo podía disculparse e intentar hacerla feliz.
Will apretó un poco la mano que sujetaba la cintura de Amber y la acercó más a él.
Solo quería que ella lo mirara, aunque sea para gritarle.
Pero al ver que no reaccionó, lo embargo una profunda tristeza, e intentó ver la expresión en el rostro de la joven, estirando el cuello.
Quién diría que en vez de ira, el rostro de Amber estaría lleno de alegría y ternura, mirando únicamente a su pequeño Duque mientras este daba un discurso.
Ella no lo estaba ignorando apropósito, parecía que ni siquiera sabía que él estaba ahí.
-_-
Toda la atención de la mujer que le gustaba estaba puesta en el pequeño de cabello negro en el podio.
Estaba celoso, Will estaba realmente indignado. Tenía que reconocerlo.
¿Acaso no era lo suficientemente atractivo como para ponerla nerviosa cuando ambos estaban tan cerca el uno del otro?
Sin embargo, Will sabía lo importante que era Maximilian para Amber, y que tal vez no podrían verse en mucho tiempo.
Así que, en ese momento tuvo una idea audaz y un poco loca.
Maximilian terminó el discurso preparado y bajó del podio con la excusa de que necesitaba tomar un poco de aire, pero en realidad quería buscarla, no podía controlar su anhelo de verla.
Aunque fuese desde lejos, aunque fuera tan solo durante un momento.
Ni antes ni durante su discurso había podido concentrarse pensando en Amber, en su seguridad, y su mirada vagaba entre la multitud sin poder encontrarla.
Cuando Will vio que Maximilian bajaba del podio se puso de pie abruptamente y la jaló hacia él en un arrebato, tomándola por sorpresa.
"¿Confías en mi?" le dijo con una radiante sonrisa llena de encanto maligno.
A lo que Amber asintió sin pensarlo.
"Entonces cierra los ojos"
En cuanto ella lo hizo sintió que era cargada y luego como si William estuviese saltando de un lado al otro con ella en brazos, lo que le causó una sensación de vértigo qué la hizo abrazar su cuello por instinto.
Will al sentirlo sonrió aún más y salió del recinto con ella en brazos por una pequeña ventana lateral hasta el jardín.
Sabía que esta era la dirección hacia donde había caminado el chico, seguramente para buscarla indirectamente.
Cuando Amber abrió los ojos Will acaba de aterrizar en el suelo y se sentía un poco mareada.
"Tu pequeño Duque fue en esa dirección -Le señaló- Puedes ir a verlo ahora. Yo me llevaré a los hombres que lo vigilan, y a los curiosos que lo siguieron, pero solo tienes cinco minutos. Después de eso vendré a sacarte de aquí"
Amber asintió y corrió hacia la dirección en donde Will le había señalado sin dudarlo.
La sonrisa de quien se quedó atrás parecía un poco solitaria, mientras la miraba alejándose.
Owen había seguido a su señor cuando lo vio irse, pues inmediatamente había adivinado que era exactamente lo que quería hacer y trajo consigo una capa como la que la señorita Vilches estaba usando.
"Estas muy loco, jefe"
Le dijo justo cuando Will estiró la mano para tomar la capa que le ofrecía. Owen nunca antes se había atrevido a hablarle así a su jefe, y esperaba que este atrevimiento le valiera una golpista disfrazada de entrenamiento más tarde, pero realmente estaba molesto en estos momentos.
La gente de su majestad no eran para nada una broma, podían ser más lentos, pero también eran muy fuertes y de todos únicamente su jefe era rival para desafiarlos uno contra uno.
Pero es que además William ya había usado dos veces el hechizo de ilusión de desvanecimiento de humo, y el de velocidad varias veces más. Su maná tenía un límite y también su resistencia física, sobre todo porque se encontraban dentro de esta molesta barrera en el auditorio, gracias a la cual tenía que tener mucho cuidado para que esta no detectara la magia no autorizada.
Pero en respuesta a la declaración de su subordinado Will se rio, una risa que sonaba como si fueran campanas de plata mientras se ponía la capa y subía la capucha ocultando así su rostro y cabello.
"No. Solo estoy enamorado"
Exclamó justo antes de correr hacia el peligro, seguido por Owen y sus camaradas, quienes también acababan de llegar al lugar.
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El regreso de la extra
RomanceAmber Vilches, luego de recordar su vida como Han Ji-a, se da cuenta de que tan solo es una extra dentro de una novela, un personaje que únicamente sirvió para marcar de manera trágica la infancia del villano, Maximilian Arges. Un desafortunado vill...