Por insistencia de Mona, Amber fue la primera en darse un baño.
Y cuando salió, vio recargada en la entrada de la habitación a Adriana, con los brazos cruzados sobre el pecho.
"Ven a beber té de jengibre para evitar resfriarte" le dijo, y Amber la siguió hasta la cocina.
En esta había una mesa pegada a la ventana y rodeada de tres sillas de madera, y sobre de esta ya estaba servida una taza de té humeante.
Amber se sentó frente a la taza y Adriana tomó asiento del otro lado.
Y de pronto Amber sintió como si estuviese en medio de un interrogatorio policial.
"Nombre"
"Amber"
Adriana negó con la cabeza
"No, nombre completo"
"¿...?"
"Tu comportamiento, sé que eres una noble... O al menos lo fuiste. ¿Escapaste de casa?"
La joven dio un largo suspiro y comenzó a hablar. La persona frente a ella parecía que no se detendría sin averiguarlo todo, y Amber juzgó que contar en qué situación se encontraba, al menos no la perjudicaría.
"Me llamo Amber Vilches, solía ser una noble y crecí como una, pero luego supe que quieren, creía que eran mis padres, realmente no tenían una relación de sangre conmigo.
Eso explicaba por qué siempre me trataron diferente a mi hermana menor, y de no ser por ella me habrían maltratado.
Estuve trabajando en un Ducado como criada, pero el Duque desarrollo malas intenciones hacia mí, así que renuncié, o mejor dicho fui despedida por la Duquesa, sin una carta de recomendación. Intenté buscar un trabajo similar en la capital sin éxito, y cuando logré por fin encontrar uno, resultó que el Duque dio con mi paradero. Para poder huir de él y sus hombres me escondí en una carreta de verduras. El resto es historia"
Adriana al principio parecía sorprendida, pero luego sonrió
"Confesaste todo muy rápido, me agradas"
Amber bebió el té, pero sintió que este tenía algo más que simplemente jengibre.
"Es una receta que aprendí de un médico, evitará que te resfríes"
Amber miró el líquido verdoso y lo bebió todo de golpe. Esta mujer era mucho más fuerte que ella, si quisiera dañarla no necesitaría de un té para hacerlo. Luego de dejar la taza vacía sobre de la mesa, volvió a hablar
"¿Puedo preguntarte? ¿Qué quisiste decir con que huelo diferente? ¿Te refieres a qué olía a tierra y a lluvia?"
Adriana volvió a sonreír y se acercó nuevamente para olisquearla. Y al retirarse respondió.
"Eres la segunda persona que me pregunta qué significa lo que digo. Otros usualmente solo se ofenden. Aún hueles diferente. Y no, no me refiero a que huelas a tierra o a lluvia. Mmhh"
Ella pareció pensarlo durante algunos momentos y luego dijo
"El collar en tu cuello huele a magia"
"..." Amber tocó inconscientemente el collar que Maximilian le había obsequiado.
"Pero tampoco me refiero a eso... Es algo que no sé describir porque nunca lo había olido" Agregó.
En ese momento, Mona salió vistiendo un camisón y se sentó a la mesa.
Y Adriana le sirvió también una taza de té para que la bebiera. Luego pareció pensar en algo, comenzó a servir la cena para las tres, dejó los patos humeantes sobre la mesa y habló
"Amber... Eres huérfana, no tienes a dónde ir, ni trabajo, por qué no pmmmhmm"
Mona se había levantado de su silla como si fuera un rayo, se paró de puntitas y cubrió la boca de su hermana mientras le daba una mirada de advertencia
Amber sonrió e intentó tranquilizar a Mona, quien obviamente creía que las palabras de Adriana la harían sentir triste o incómoda
"Está bien, Mona. Yo misma le he contado mi situación"
Adriana se quitó las manos de Mona de la boca y continuó
"Hoy duerme en el sofá, dejaré secando tu ropa frente a la chimenea, para mañana ya debería de estar bien. Acabo de comenzar un negocio de panadería y necesito a una vendedora. El sueldo será mucho menor de lo que ganabas trabajando en el Ducado, pero al menos será un ingreso estable. El horario... bueno, solo necesitas trabajar desde antes del amanecer hasta medio día ¿Estarías interesada?"
Los ojos de la joven se iluminaron y contestó
"¡Por supuesto!"
Mona ya estaba comiendo y asentía a cada palabra de su hermana. Adriana continuó.
"Dado tu problema con ese maldito Duque que mencionaste, será mejor que no vayas a la capital por un largo tiempo"
"¿?" Los ojos de Mona tenían una muy divertida expresión de curiosidad cuando escuchó aquello, y miró a su hermana... y luego a Amber, deseosa de escuchar el jugoso chisme.
"Por cierto -Continuó Adriana- Lo que no quieras que se sepa no se lo cuentes a mi hermana menor"
Tal comentario inspiró una mirada de queja de parte de Mona, quien terminó haciendo un puchero a pesar de que aún estaba masticando.
Amber se rio y comenzó a comer lentamente.
Adriana se sirvió un poco de té también y continuó
"Nuestra casera, la señora Arrow, vive a una calle de aquí, en una cabaña de dos plantas. Pero la señora es tan vieja que ya no puede subir a la planta superior de su propia casa, por lo que me dijo que planeaba rentar los dos cuartos del piso superior a dos inquilinos. Ese piso tiene una escalera independiente. Cada habitación tiene su propia cocina y baño, y aunque es pequeño, el lugar está en muy buen estado. Si te interesa, puedo hablar con ella para que te permita pagar el alquiler a fin de mes, y sin un depósito"
Amber pasó el bocado y contestó
"Sí, por favor"
Mona y Adriana se miraron sonriendo y comieron felizmente
Amber sentía como si esta comida fuera tan deliciosa que hacía que sus ojos picaran, como si fuera a comenzar a llorar nuevamente en cualquier momento.
Hoy había sido un día tan difícil, tan terrible, pero estas dos chicas hicieron que lo olvidara, le habían ayudado tanto, tanto, a pesar de no conocerla de nada.
Realmente eran tan buenas con una completa extraña. Apenas las conocía, pero se prometió nunca olvidar la bondad que le habían mostrado.
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El regreso de la extra
RomantikAmber Vilches, luego de recordar su vida como Han Ji-a, se da cuenta de que tan solo es una extra dentro de una novela, un personaje que únicamente sirvió para marcar de manera trágica la infancia del villano, Maximilian Arges. Un desafortunado vill...