Capítulo 53

985 133 4
                                    



La jefa de sirvientas había regresado para recoger la bandeja del almuerzo de Maximilian, como cada día.

"Oh, Amber, estás aquí. Felicitaciones por tu nuevo ascenso. Pero... ¿Qué fue lo que te ocurrió en los labios... Y en el cuello?"

Amber miró al chico sentado sobre el sofá, y le pidió a la señora Thomas que hablaran en otro sitio.

La señora Thomas, viendo la seriedad de la chica, asintió y la condujo al cuarto donde se guardaban los materiales de limpieza de ese piso.

"Aquí nadie podrá escucharnos. Niña, ¿me vas a contar que es lo que ocurre?, y no me quieras mentir. Soy una mujer viuda y sé perfectamente que tus labios hinchados no han sido causados por un golpe, una caída, una picadura de insecto, o cualquier otra excusa que se te ocurra inventar"

La joven estaba avergonzada y bajó la mirada antes de hablar.

"No le mentiré a la señora Thomas, pero le pido que sea paciente al escuchar mis razones"

Al recibir la respuesta afirmativa de la otra parte, Amber tomó aire y comenzó haciendo su petición

"Necesito que me ayude dándome un pase de salida de la mansión"

"Niña, si no mal recuerdo, el Duque retiró tu día libre de este mes. Además, ahora todas tus salidas serán autorizadas únicamente por él. Si necesitas ir al pueblo por alguna urgencia podrías pedírselo. Dicen que su excelencia te trata muy bien"

Amber hizo una mueca llena de resentimiento sin darse cuenta, y preguntó enojada

"¡¿Quién se atreve a decir aquello?!"

"Bueno... Has cometido tantos errores y aun así su excelencia ha sido paciente contigo una y otra vez. Además, cuando su alteza le sugirió que tú fueras su nueva ayudante personal, el Duque estuvo de acuerdo sin dudarlo"

La joven respiró profundamente y apretó la tela de su vestido, antes de continuar.

"No, no puedo pedírselo al Duque"

"¿Por qué?"

"Por qué él no me dejará salir, y por qué una vez que me vaya no pienso volver"

La señora Thomas no entendía por qué la joven creía que el Duque le negaría un permiso, entonces pensó que el problema se debía a las razones por las cuales deseaba irse.

"Niña, ¿acaso tienes algún problema con alguien en el Ducado? O ¿algo urgente surgió en tu casa?. Si es lo primero podría ayudarte a resolverlo, y si es lo segundo, creo que los duques podrían darte un permiso para ir a casa hasta que resuelvas tus asuntos"

Amber estaba cada vez más frustrada. Era injusto que perdiera la paciencia con la señora Thomas, pues la mujer no sabía nada y tan solo actuaba de buena fe, pero aun así, Amber no podía evitar este sentimiento

"¡No puedo hacer eso!. Señora Thomas, su excelencia no puede saber que me voy del Ducado, de lo contrario estaré en peligro y ese hombre nunca dejará que me vaya"

La mujer de mediana edad observó a la chica frente a ella con incredulidad y frunció el ceño

"¿De qué estás hablando, niña?"

"¿Me va a ayudar con eso? De lo contrario, por favor, haga de cuenta que esta conversación jamás ocurrió"

Al ver a la jefa de sirvientas dudando, Amber sacudió la cabeza lentamente y dio un par de pasos rumbo a la puerta

"¡Amber, habla claro! Qué está ocurriendo realmente, y no te atrevas a abandonar la habitación sin darme una explicación"

La joven se detuvo por unos momentos, pero no volteó

"Si quiere que le cuente lo que ocurre, debe prometerme, por lo más sagrado para usted, que se llevará este secreto a la tumba"

"¡¿Qué?! ¿Por qué me hablas así?"

"Escuché, estoy tan cansada, tengo miedo, me siento abrumada y estoy muy frustrada. Si la he ofendido con mis palabras, le pido una disculpa. Pero le repito que si no me va a ayudar dándome ese pase se olvide de todo lo que se ha dicho en esta habitación"

Amber dio un paso más hacia la salida, antes de que la voz de la señora Thomas la detuviera

"De acuerdo, de acuerdo. Juro que no le diré nada a su alteza la Duquesa por la memoria de mi amado esposo. Ahora, ¿me vas a decir que es lo que ocurrió?"

Amber se volteó, y observó la expresión de la persona frente a ella, como para asegurarse de que sus palabras eran verdaderas. Y la señora Thomas pudo ver que los ojos de la joven estaban nuevamente enrojecidos. 

Amber no planeaba revelarlo todo, era demasiado vergonzoso, además de inútil el entrar en demasiados detalles. Apenas planeaba revelar lo suficiente como para que la persona frente a ella entendiera su situación.

"Esto -dijo señalando sus labios- me lo hizo el Duque esta mañana"

"¡¿Qué...?!"

"Y esto -continuó Amber, quitándose el vendaje del cuello- me lo hice, amenazándolo con mi propia vida para que se detuviera"

El rostro de la señora Thomas estaba lleno de negación y luego palideció

"Algo.... ¿Hay un malentendido?... Tal vez... Tú... No es que no te crea, pero... ¿Cómo es posible?"

"¿Malentendido?... ¿Realmente esto lo parece?... Escuche, Señora Thomas, no ganaría nada mintiendo sobre esto, al contrario. Y si pudiera ver el rostro de su excelencia, vería sus labios en el mismo estado que los míos. O ¿usted cree que he sido yo quien lo ha atacado? ¿Cómo se puede comparar la fuerza de una sirvienta de mi edad con la de un hombre que ha entrenado la espada desde pequeño?"

"No, no me refiero a eso... Yo solo... Me cuesta creerlo"

"Señora Thomas, en realidad esto no comenzó hoy, pero el Duque nunca antes había pasado a actuar físicamente. Además, no tenía a nadie a quien decirle, porque ¿Quién me creería? Y si la Duquesa se entera, me matará.

Yo no quiero nada con ese hombre, no me importa lo guapo o lo rico que sea, jamás me acerqué a él, y su comportamiento siempre ha sido unidireccional. 

Yo... Ya no puedo quedarme ni un día más en el Ducado, prefiero escapar, no me importa no recibir el salario de este mes o irme sin una carta de recomendación"

"Amber, es que no es tan fácil. Abandonar tu puesto y huir también se considera un delito contra los Duques, y se presta para que te puedan acusar de robar información del Ducado, sobre todo por el puesto que ahora tienes"

"Entonces, ¡¿Qué puedo hacer?!"

"Si no quieres que el Duque se entere de tu renuncia, solo puedes acudir a su alteza, la Duquesa"

"¡¡¡...!!!"

"No me malentiendas. Dile alguna mentira creíble, una lo suficientemente grave como para renunciar a tu nuevo puesto por una emergencia. Piénsalo, ensaya lo que dirás y vendré a buscarte mañana para solicitar una audiencia con su alteza"

"No, ¡debe ser hoy mismo!. Tengo que irme en el primer carruaje que vaya al pueblo mañana. Solo... Me preocupa su alteza Maximilian. Si a la señora Thomas no le ofende, me gustaría dejarle algo de dinero para que continúe... "

"No tienes que preocuparte por eso, y no aceptaré tu dinero. Yo me aseguraré de continuar llevándole sus tres comidas diarias. El pequeño Duque me ha contado cuanto lo has estado cuidando durante todos estos años. Sé qué eres una buena chica, Amber. Ahora, regresa y piénsalo bien, iré a buscarte más tarde a la habitación del pequeño Duque para que te vea su alteza, la Duquesa"

"Gracias, señora Thomas"

"Y, descuida, verás que su alteza no es tan atemorizante y despiadada como piensas, y te dejará ir de buena gana. Solo... Te prestaré una bufanda para que cubras esa venda e intenta hacer algo con esos labios hinchados"

Amber asintió y en cuanto salió volvió a aplicar el ungüento, el cual sacó del bolsillo de su vestido.

El regreso de la extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora