capítulo 96

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A la mañana siguiente decidí ir a los Ángeles con Sebastián, tenía entendido que la contingencia estaba en todo su esplendor, pero utilicé todos mis recursos y poder viajar a los Ángeles cuanto antes, dejé a mi perro con mi madre y sin dar explicaciones tome la avioneta de uno de mis amigos de la política.

Tenia en mis manos la dirección que sebastian me había dado, yo salí de boston a las 9 de la mañana y llegué allá a las 2 de la tarde aproximadamente, el calor de California se sintio en cuanto puse un pie fuera de la aviontea.

Me fui hacia la casa que tengo en la colina y que era precisamente esa la que tenía reservada para Sebastián, deje mis cosas y tome mi coche que tengo ahí, llegue a la primer gasolinera que se me cruzó y llene el tanque, la zona donde Sebastián estaba era algo retirado de ahí y debía estar preparado para el viaje de regreso..

Me di prisa y antes de las 6 de la tarde ya estaba tocando el timbre del edificio para poder entrar con Sebastián..
Toda la mañana no logre comunicarme con el, tenía muy mala señal y ahora que estoy aquí me doy cuenta que yo también.

Toque y no tarde en recibir respuesta, al hablarle sebastain no podia creer que yo estaba ahí, pues se quedó unos segundos en silencio y escuchaba que intentaba hablar pero se trababa de la impresion.

De pronto escuché el sonido de la alarma en la puerta al abrirse para yo entrar, empuje la puerta y ya estaba dentro del edificio, era un lugar rutinario, nada como para una celebridad como sebastian.. incluso la seguridad no me convencía, se veía que cualquiera pudiera entrar..

Subí al puso 8 donde el se encontraba, al abrirse las puertas del elevador lo miré parado en la puerta, con cara de asombro por verme en ese lugar..

- Amor, que haces acá?
Porque no me dijiste que vendrias?

Me abrazo y sentí que en verdad me necesitaba.. pues su abrazo era más que fuerte..

- Seb, vine por ti, agarra tus cosas y vámonos de aquí, este lugar no tiene ni guardias de seguridad..

- No pasa nada amor, nadie sabe que estoy aquí, ven entra estoy por prepararme la cena..

Entre a la habitación de Sebastián, y tal como su edificio era algo muy rutinario y sin amueblar, solo lo indispensable.

- Como la pasaste en la cena con ella?

- No sé le puede llamar cena a una reunión de gente desesperada por la fama y la atención.. en cuanto dieron el brindis y termine el postre me largue de ahí, créeme que es mejor estar encerrado en una pocilga como esta que estar con todos ellos, es fastidioso.!!

- Me imagino, re ayudo con la cena, que tienes para hacer?

- Spaghetti..! Es lo único que hay.. ni siquiera hay una tienda por aquí, todo es tan raro..
No me gusta los Ángeles !!

- Deja ahí, te llevaré a cenar..

Sebastián se cambió de ropa y se puso algo más formal, lo llevé a cenar a un restaurante típico de la zona, era algo elegante pero al mismo tiempo estábamos rodeado de gente latina y buen ambiente.

Por fortuna nadie nos reconoció, solo si comimos un poco más rápido de lo normal, los Ángeles es imán para los paparazzis y creo que son los peores en todo estados Unidos.

Al terminar de comer nos subimos a mi coche, debíamos ir por la ropa de sebastian e irnos a mi casa..
Llegamos pronto al edificio y quise ayudarle a recoger sus cosas..

Estabamod a media maleta cuando miré a Sebastián bostezando y caso quedándose dormido parado frente a la cama..

- Te vez cansado.. podemos dormir aquí, mañana a primera hora nos vamos?

- Y tu coche lo dejarás en la calle?

- Es lo de menos, estas cansado.. prefiero que duermas un poco a que mañana estés cansado..

Lo abracé y lo besé hasta tumbarlo a la cama, Sebastián correspondió a mis besos pidiéndome más cercanía..

Me separé de él, y retiré la maleta de la cama colocándolo en el piso, me acosté sobre sebastian y los besos se intensificaron, en cuestión de segundos y sin saber cómo pero ya estábamos completamente desnudos, Sebastián encima mío mordiendo mis labios y con sus manos aferradas a los hombros..

Su lengua jugaba al compás de la mía y sus besos bajaban hasta mi cuello, succionando justo en mis lunares, esos que tanto le gustan.
Bajó por mi pecho, mi torso hasta llegar a la pelvis, por supuesto que el sexo oral no podía faltar, Sebastián era bueno en ese tema, tanto que no necesitaba pedirle que lo hiciera.

De nuevo sentí sus besos pero esta vez subir hacia mi rostro, le pedí que me dejara estar arriba de el, estando él boca abajo..
No me hizo esperar tanto hice lo mismo que el, le llene de besos, su espalda, sus hombros y llegue hasta la parte más íntima de su cuerpo..

Empecé a besar y calentar esa zona, sus jadeos eran tan excitantes que me hacían perder la cabeza, sus dedos enredados en mi cabello haciendo presión para que no dejara de besarle su entrada..

De una manera tan sensual, sebastina me pude que entre en el, no lo hago esperar pues yo también estoy deseoso de hacerlo..
Casi de un solo movimiento me entró en el, ambos dimos maldiciones al mismo tiempo, yo por sentir la estrechez de Sebastián y el por sentir de golpe la penetración.

Empecé mis movimientos lento y cuidadosamente, pocos poco sentí el cuerpo de sebastian moverse abajo de mi en señal de querer más y así lo hice, era una posición algo rutinaria pero placentera, tener la espalda de sebastian en mi pecho y su nuca en mi boca es lo mejor que puedo pedir..

Con la almohada sebastian ahogaba los gemidos que se que perfectamente los vecinos podrían escucha bien.
Lanzaba palabras en su idioma natal y tenía un brazo alzado rodeando mi rostro para indicarme cuanto quería de besos por su cuello..

Sentir la calidez de su cuerpo y su interior presionarme el pene de manera inconsciente era algo único y totalmente placentero, no pude soportar más y termine en su interior tal cual como yo queria.

Salí lentamente de sebastian, el aún estaba sensible y no había eyaculado, le pregunté como es que quería culminar el acto, y me dijo que solo necesitaba de una mano y mi boca, lo complacía de la misma manera y con la misma intensidad que el lo hace conmigo.
No soy experto en hacerle el sexo oral pero si se en lo que a los hombres nos gusta que nos hagan cuando nos lo están haciendo..

Senti como su pene se endureció cada vez más dentro de mi boca y sus uñas se clavaron en mis hombros, su respiración era apenas jadeante y es cuando sentí un líquido caliente por mi boca, mi lengua presentía el sabor, era algo indescriptible pero no me molestaba en lo absoluto, solo respire profundo, aún tenía el pene dentro de mi boca y como pude trague del líquido que se mezclaba con mi saliva..

Poco a poco fui dejando de chupar y sentí que el pene de sebastian se volvía flácido y volvía a su tamaño normal.. me fui despegando poco a poco y subiendo al rostro de seby para acomodarse en su pecho y tomar aire..

Ambos traíamos el pecho subiendo y bajando y lanzando jadeos por querer recuperar el aliento..

- Chris? Te..?? Si lo hiciste verdad?
Perdón debí haberte dicho que ya iba a correrme..

- Te amo, y lo haría mil veces si es necesario.. nos vamos durmiendo? ya es tarde...

Nos levantamos de la cama y solo nos preparamos, lavamos los dientes y dormimos con la ropa interior que ambos traíamos y que estaba tirada en el suelo. ..
No tardamos en dormir, los dos estábamos cansados y extasiados de tanto placer..
Nos quedamos dormidos, estaba soñando con mi perro Dodger que jugaba con Sebastián cuando de pronto sentí un golpe fuerte en mi mejilla derecha y la cama rebotar como si alguien saltase encima nuestro..
Abri mis ojos en un segundo y ya había amanecido y jamás me imaginé que me despertaría de esta manera y menos ver a esa persona tan repugnante que es para mi..

Continuará..!!

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Gracias por leer💙💙💙
Espero les haya gustado este capítulo, viene algo importante con el video de seby..

una promesa (EvanStan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora