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El Castillo Ambulante - Diana Wynne Jones 43mientras llevaba con cuidado una pieza de metal grasiento hasta una estructura extraña. Aquel conjuro era para el Rey. Otro mensajero peripuesto y oloroso llegó con una carta y un discurso largo, larguísimo en el que preguntaba si sería posible que Howl le dedicase algo de su tiempo, sin duda ocupado en otras muchas cosas, para concentrar su poderoso e ingenioso intelecto en un pequeño problema que afectaba a Su Real Majestad: concretamente, cómo podría el ejército hacer pasar sus pesados carros por un terreno pantanoso e irregular. Howl ofreció una respuesta elocuente y maravillosamente educada, pero dijo que no. Después, el mensajero habló durante otra media hora, al cabo de la cual ambos hicieron una reverencia y Howl accedió a hacer el conjuro. -Me da mala espina -le dijo Howl a Michael cuando se hubo marchando el mensajero-. ¿Por qué se tendría que perder Suliman en el Páramo? El Rey parece creer que yo le serviré en su lugar. -Él no era tan inventivo como tú, eso está claro -dijo Michael. -Soy demasiado paciente y demasiado educado -dijo Howl en tono sombrío-. Debería haberle cobrado mucho más. Howl era igual de paciente y educado con los clientes de Porthaven, pero, como Michael señaló preocupado, el problema era que Howl no les cobraba lo suficiente. Aquello fue después de que Howl hubiera escuchado durante una hora las razones por las que la esposa de un marinero no podría pagarle todavía ni un penique, y de que le prometiera a un capitán un conjuro de vientos a cambio de una minucia. Howl eludió los argumentos de Michael dándole una lección de magia. Sophie cosía botones en las camisas de Michael mientras escuchaba a Howl repasar un conjuro con su aprendiz. -Ya sé que yo soy un poco chapucero -estaba diciendo-, pero no hace falta que me imites en eso también. Primero hay que leerlo siempre entero, atentamente. De su forma obtendrás mucha información: si se trata de un conjuro de ejecución, de búsqueda o un simple encantamiento, o si es una mezcla de acción y discurso. Una vez hayas decidido eso, repásalo otra vez y decide qué partes significan lo que dicen literalmente y cuáles se han incluido como parte de un rompecabezas. Ahora estamos avanzando hacia la magia más poderosa, y te darás cuenta de que cada conjuro de poder incluye al menos un error o un enigma puesto deliberadamente para evitar accidentes. Tienes que encontrarlos. Por ejemplo, este conjuro... Mientras escuchaba las respuestas dubitativas de Michael y observaba cómo Howl escribía comentarios en el papel con una pluma extraña que no hacía falta mojar, Sophie se dio cuenta de ella también podía aprender mucho. Se le ocurrió que si Martha había sido capaz de descubrir el conjuro para cambiarse por Lettie en casa de la señora Fairfax, ella podría hacer lo mismo aquí. Con un poco de suerte, no tendría que depender de Calcifer. Cuando Howl quedó convencido de que Michael había olvidado el tema de cuánto le cobraba a la gente de Porthaven, lo sacó al patio para que le ayudara con el conjuro del Rey. Sophie se levantó con mucho crujir de huesos y avanzó hasta la

EL CASTILLO AMBULANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora