"En el que sophie debe salir a buscar fortuna"
—¿QUÉ? —preguntó Sophie mirando fijamente a la chica sentada en el taburete
frente a ella. Era igualita a Lettie. Llevaba el segundo mejor vestido azul de Lettie, de
un azul maravilloso que le sentaba muy bien, y tenía el pelo oscuro y los ojos azules
de Lettie.
—Soy Martha —repitió su hermana—. ¿A quién pillaste cortando en pedazos las
calzas de seda de Lettie? Yo no se lo dije a nadie. ¿Y tú?
—Tampoco —dijo Sophie, totalmente atónita. Ahora veía que era Martha.
Distinguía esa inclinación de cabeza tan suya aunque la cara fuera de Lettie, y tenía
las manos entrelazadas sobre las rodillas haciendo molinillos con los pulgares, como
hacía siempre Martha—. ¿Por qué?
—Me aterrorizaba pensar que podrías venir a verme —dijo Martha—, porque
sabía que tendría que contártelo. Y ahora es un alivio. Prométeme que no se lo dirás
a nadie. Y sé que si lo prometes no lo dirás, porque eres muy honrada.
—Te lo prometo —dijo Sophie—. Pero ¿por qué? ¿Y cómo?
—Lettie y yo nos pusimos de acuerdo —dijo Martha, haciendo molinetes con los
pulgares—, porque Lettie quería aprender brujería y yo no. Ella tiene muy buena
cabeza, y quiere labrarse un futuro donde pueda utilizarla. ¡Pero a ver quién le dice
eso a mamá! ¡Está demasiado celosa de Lettie como para admitir siquiera que es
lista!
Sophie no creía que Fanny fuera así, pero lo dejó pasar.
—¿Y tú?
—Cómete el pastel —siguió Martha—. Está bueno. Sí, yo también puedo ser lista.
Con solo dos semanas en casa de la señora Fairfax encontré el conjuro que estamos
usando. Me levantaba por la noche para leer sus libros en secreto y fue muy fácil.
Luego le pregunté si podía visitar a mi familia y me dijo que sí. Es un cielo. Creyó
que tenía morriña. Así que vine con el conjuro y Lettie volvió con la señora Fairfax
haciéndose pasar por mí. Lo más difícil fue la primera semana, cuando no sabía
todas las cosas que se suponía que ya me habían enseñado. Fue horrible. Pero
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EL CASTILLO AMBULANTE
Teen FictionEste libro es para Stephen. La idea de este libro me la dio un chico durante la visita a un colegio, cuando me pidió que escribiera un libro llamado EL CASTILLO VIAJERO. Apunté su nombre y lo guardé en un lugar tan seguro que no he podido Encontr...