Capítulo 16. Tony.

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Odio a la gente adinerada. No es que me odie a mí mismo –odiarme es imposible–, sino que es porque las personas con dinero se creen superiores a las personas que no tienen un montón de dinero. No es que yo me crea superior, es que soy superior.

Crear a Iron Man no fue tan fácil como parece.

Ahora mismo, por ejemplo, desearía tener mi traje puesto para poder dispararle al niño mimado que está conmigo en el ascensor. No puedo creer que llegué a pensar que era divertido. Parece que eso fue hace tres años.

—No comprendo cómo es que Maya, mi Maya, está con alguien como él. ¿Qué no es muy viejo para estar con ella? —Cuestiona el castaño. Pongo los ojos en blanco y choco mi frente contra la pared detrás de mí.

—Jarvis... —me quejo.

Señor, aún faltan cuarenta y dos pisos para llegar a la recepción —me contesta Jarvis. Hace dos segundos estamos en este piso, ¿qué hace que este estúpido ascensor tarde tanto en bajar? Cuando Coulson venía a interrumpir mis momentos felices, no tardaba una eternidad en subir o bajar.

—Estuvimos juntos por dos años. Regreso y ahora resulta que está saliendo con un tipo de más de noventa años —continúa con su recital.

—Estuvo congelado por setenta años, y cuando eso sucedió tenía veinticinco años. Han pasado unos cuatro años desde que lo descongelaron, así que ahora es diez años mayor que Maya. Están bien, hacen pareja. Y que nadie me escuche, pero Rogers es más atractivo y menos desagradable que tú —digo, ya cansado de escucharlo.

Por Dios. James es más molesto que el Capipaleta.

—¡Es mayor!

—¿Y eso qué? El amor no tiene números, o algo así —digo y dejo de golpear mi frente contra el ascensor por el dolor de cabeza que comienza a aparecer.

—Estuve más tiempo con ella, y todo ese tiempo ella decía que el Capitán América era su amor platónico e imposible. Cuando la conocí, decía que ella iba a ser novia de él. —Se ríe, sin humor—. Debí tomármelo más en serio en vez de decirle que eso era un sueño lindo.

¡Jarviiis!

Faltan treinta pisos.

—¿Cómo es eso de que ella está en coma? —Me pregunta—. ¿Qué fue lo que le pasó? Ella siempre ha sido muy saludable...

—En estos últimos meses ha estado pasando por cosas un poco difíciles de comprender. Las cosas sacaron lo peor de sí y calló en un coma. Su cuerpo le exigió un descanso. —Respondo automáticamente.

—¿Qué cosa?

—Probablemente cosas que no son de tu incumbencia, cabello perfecto.

Un estruendo fuerte suena en el edificio, como el que sacudió todo cuando Maya llegó. Veo la caja metálica, el techo y luego a James, quien está pálido y nervioso.

—¿Qué? ¿Miedo? —Me burlo.

—No me gustan los estruendos mientras estoy en un ascensor.

Pongo los ojos en blanco. —Jarvis, ¿qué está pasando?

Señor, uh... Algo está sucediendo. —Me responde.

—No me digas, genio. Te estoy preguntando lo que está pasando.

Será mejor que suba a ver.

Suspiro escandalosamente.

—Entonces detén el ascensor.

Fury Avenger (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora