Fury Avenger (Trilogía completa)

Capítulo 47. Steve.

Abro mis ojos y suelto un bostezo suave para no despertar a Maya. Sonrío al recordar lo que pasó hace unas cuantas horas, y veo el anillo de matrimonio en mi dedo anular. Luego muevo mi cabeza a mi derecha y veo el rostro pacífico de Maya mientras duerme.

Su espalda desnuda está descubierta y la sabana cubre su espalda baja hasta la punta de sus pies. Su brazo izquierdo está debajo de la almohada y su otro brazo está sobre mi abdomen, su mano está en mi abdomen. Me muevo para verla mejor y aparto un mechón de su cabello ondulado que cae sobre su nariz. Acaricio su mejilla y luego paso mi mano por su espalda hasta la curva de su trasero, hago mi camino de regreso a su nuca y le doy un beso suave en los labios entreabiertos.

Decidido a hacer este un buen día, me levanto de la cama, me pongo un pantalón de los que uso para entrenar en SHIELD y salgo a la cocina. Comienzo a buscar los ingredientes para prepararle un omelet y una ensalada de frutas.

Comienzo a prepararle el desayuno con las noticias como música de fondo.

—En otras noticias —dice la periodista—, la adolescente de diecisiete años, Carolina Skylar, sigue desaparecida. La joven fue secuestrada después de que su padre, el abogado Theodore Skylar fuera asesinado por sicarios...

Me detengo y veo la pantalla plana a mis espaldas. El noticiero muestra la fotografía de una chica joven, de cabello castaño claro con hebras rubias y liso, un ojo verde y otro castaño verdoso, piel pálida y expresión pacífica. Se ve como una chica estudiosa y gentil.

—La última vez que Carolina fue vista fue en Frankfurt, Alemania, en una convención de fanáticos de superhéroes a la que asistió con su padre. Pasamos a otras noticias.

La imagen de Carolina Skylar desaparece y es sustituida por otra. Regreso mi atención al desayuno.

Un olor a fresa y coco llega a mi nariz, y me giro con una sonrisa. Maya está usando mi camisa azul, y en serio me gusta cómo se ve mi camisa en ella. Sus piernas kilométricas son descubiertas, y mi camisa llega unos cinco centímetros más arriba de la mitad del muslo. Tiene la camisa abrochada a partir del tercer botón, revelando un poco de la piel de sus pechos.

Me giro antes de que decida posponer el desayuno para tener otro tipo de desayuno.

—¿Cómo amaneciste? —le pregunto.

Siento cómo Maya camina y me abraza por detrás. Deposita un beso suave en mi espalda y apoya su barbilla en mi hombro. —Muy bien. Hubiera amanecido mejor si hubieras estado a mi lado.

Sonrío. —Quería prepararte un buen desayuno —le digo.

Maya me suelta y se sienta en uno de los taburetes. —Huele muy bien. ¿No quieres abrirte un restaurante?

—No lo creo.

La escucho reírse. Sonrío y veo sobre mi hombro que está cambiando canales.

—... Carolina Skylar está desaparecida desde hace un mes, según testigos y reportes policíacos, la adolescente de diecisiete años fue secuestrada por los mismos asesinos a sueldo que asesinaron al abogado Theodore Skylar —escucho a un periodista informar. Me giro completamente para ver otra fotografía de Carolina, en esta, está sonriendo y abrazando a su padre, quien se parece mucho a ella con la excepción de que sus rasgos son más marcados que los de su hija y él tiene los ojos azules.

—¿Qué crees que le ha pasado a esa chica? —me pregunta Maya. Se ve un poco preocupada por Carolina, aunque no la conoce.

—Esperemos que nada malo.

—Me recuerda a Itzel. Están parecidas en edad —dice y se baja de un salto del asiento—. Voy a llamarla para saber que está bien...

—Mala idea. Aquí son las nueve de la mañana, y allá son las dos de la madrugada de hoy —le digo y regreso a mi tarea.