Capítulo 45. Steve.

1.7K 123 56
                                    

—¿Tanto te costaba decirnos que iba a llegar? —le pregunta Maya a Nick en cuanto entramos a su oficina. Después de haberla buscado por todo el edificio, la encontré de camino a la oficina de su papá.

—Porque no lo vi importante —responde Nick tranquilamente. Sigue firmando papeles y Maria sigue pasándole documentos varios—. Se han transferido muchos agentes en los últimos días.

—¿Y ella está aquí porque...? —continúa Maya, cruzándose de brazos.

—Puede ayudarnos a ubicar a Rumlow.

—¿Cómo puede hacerlo si ni siquiera pertenece a este grupo? Creí que íbamos a ser solo nosotros.

Nick suspira y ve a su muy testaruda hija. Trato de mantenerme al margen de la situación, pero Maya tiene razón: Sharon nunca me dijo nada sobre ella siendo una Agente de SHIELD, y el que aparezca de repente en este lugar no es algo muy normal. Sin embargo, no desconfío de ella, si está aquí es porque Nick le ha permitido llegar a este lugar, y aunque él haya cometido horrores en su vida tengo que admitir que es muy cauteloso con lo que respecta al Sistema.

—Soy el Director, y si quiero a Carter aquí, la pongo aquí. Y si sigues de cabezona, te envío lejos.

—Hazlo, entonces —lo reta.

La vuelvo a ver a Maya, sorprendido ante su arrebató de rebeldía. Maria también se sorprende ante la respuesta desafiante de la hija de Nick. Incluso Nick la ve con una ceja arqueada. —¿Qué dijiste?

—Mándame lejos. Y mientras lo haces, mantén el ojo sobre la Agente 13.

—¡Maya Nicole Fury! ¿Cómo te ateves a hablarme de esa forma tan insolente! ¡Recuerda que soy tu padre, y también tu jefe, así que has de respetarme! —grita Nick, completamente molesto.

Me pongo delante de Maya y me cruzo de brazos. —No le grites.

Nick me ve seriamente. —Llévatela antes de que le diga alguna estupidez. 

Me giro y agarro a Maya del brazo con firmeza. Trata de soltarse pero no se lo permito. La saco a rastras de la oficina, la obligo a entrar al ascensor y presiono el botón para detenerlo, me cruzo de brazos y la veo con el ceño fruncido.

—¿Qué diablos está pasando contigo, Maya? —gruño, molesto por su actitud y porque no sé qué es lo que le pasa.

Maya levanta la barbilla y se cruza de brazos. —Hay algo en ella que no me agrada.

—¿Estás celosa? —pongo los ojos en blanco—. Solo fue un abrazo y ya. Vino aquí antes, cuando me avisó de la muerte de Peggy; ella no me gusta por más que se parezca a su abuela, de todos modos, voy a casarme contigo.

—No son celos, Steve. ¿Por qué todos creen que cuando una chica no quiere a otra es porque se siente celosa? —se queja.

—¿Por qué no quieres a Sharon? —insisto.

Maya apoya su espalda en el ascensor y se refunfuña. —No me agrada, es todo.

—¿Porque me abrazó?

—¡Por Dios, Steven! —dice, exasperada—. No me importa si te abraza o te ama o la mierda que sienta. Solo no confío en ella, es todo. No soy muy buena con los cambios, y ver a una tipa idéntica a la mujer que enamoró a mi futuro esposo no es algo que me agrade mucho.

—Sabes que lo de Peggy nunca funcionó. Y que la que en serio me ha enamorado eres tú —le digo suavemente.

—Lo sé. Pero ponte en mi lugar, ¿cómo te sentirías si James apareciera y formara parte de la organización, y cuando llegue, me abrace como si fuese lo más natural?

Fury Avenger (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora