Capítulo 58. Steve/Maya.

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→Steve←

Ponerme el traje es algo cansado en esta ocasión. Siento el peso del mundo y la muerte de las seiscientas personas que fallecieron en esta ciudad.

Connecticut solía ser un lugar tranquilo, los héroes no ponían sus ojos en esta zona, y la vida era mejor así. No habían complicaciones, no habían leyes que nos obligan a registrarnos, y no hay dos bandos diferentes que antes solían ser uno solo.

La historia está cambiando. Está cambiando y nadie puede hacer nada para evitarlo. Y justo ahora siento que todo lo que he hecho para proteger al planeta -desde Cráneo Rojo hasta Loki, Ultrón y ahora el Registro- se ha convertido en algo vano, sin importancia. Esa idea hace que no me sienta digno de usar este traje.

—Tienes esa mirada —me dice Maya mientras se pone las botas negras que complementan su traje de Furia Vengadora.

Levanto la vista de mis manos semi-enguantadas. —¿Qué mirada?

—La que dice que no te sientes digno —explica—. No deberías sentirte así, Steve. Has sido el Capitán América por muchos años, y estoy segura que has pasado por cosas peores.

—¿Algo peor que una guerra civil entre Súper Humanos? No lo creo —respondo frívolamente.

Los ojos de Maya se endurecen y relucen con un gris oscuro. —Hay cosas peores que la guerra, Steve. Por ejemplo, perder a tu madre.

—Lo siento. No era mi intención...

Ella mueve su mano en un gesto desdeñoso y se pone de pie. Se ve más alta de lo que ya es, al igual que se ve increíblemente intimidante con su traje gris oscuro, negro y plateado. —No importa. Ahora no es momento para el drama.

Agarro el casco y le doy vueltas con mis manos. El azul se supone que representa el cielo despejado, pero mi cielo está comenzando a nublarse. Y la A simboliza a América. ¿Por qué siento que no es así? ¿Por qué siento que esta A ahora simboliza la agonía y amargura? De todas las personas en el mundo, nunca me imaginé tener que enfrentarme a Tony Stark; puede que él sea el hombre más arrogante que he conocido -su arrogancia puede compararse con la de Loki- pero creí que en su interior había compasión, al menos, la suficiente como para no usar a un adolescente como carta de manipulación masiva en una conferencia de prensa.

Tal parece, me equivoqué. Y a lo grande.

Traté ser un buen líder para los Vengadores. Traté ser un buen amigo de todos. Incluso traté llevarme bien con Anthony. Y fallé maravillosamente.

—¿Crees que pueda seguir siendo él? —le pregunto a Maya.

—¿Ser quién? —pregunta de vuelta.

—El Capitán América. Crees que después de esto, ¿pueda seguir siendo el Capitán? —repito nerviosamente.

Maya frunce el ceño y se cruza de brazos. —¿Por qué dejarías de serlo?

—Por el daño que he provocado.

—Stark ha hecho más daños como Iron Man que tú como el Capitán América. Si alguien debe renunciar a su traje es Tony, no tú —dice con firmeza.

Me quedo en silencio y tomo aire. —No sé qué hacer.

—Es la primera vez que te veo sin un plan —se burla mi esposa—. Gracias a Dios, yo sí tengo uno. Vamos a salir y pelear. No solo por nuestros derechos, sino por el futuro del mundo. No podemos vivir en un mundo en el que nadie pueda tener privacidad.

Sonrío tenuemente. —Parece que ahora tú das las órdenes.

Mi esposa pone los ojos en blanco y camina hacia la puerta. —Siempre las he dado, es solo que tú no te has dado cuenta.

Fury Avenger (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora