—¡Maldición, Rogers! ¡Come algo, maldita sea! —me grita Natasha por decimocuarta vez en el día. Pone la cuchara frente a mis labios y la pone entre ellos a la fuerza, aparto mi cabeza, molesto por su necedad, y la fulmino con la mirada.
—Vete. No quiero comer —gruño de mal humor.
—¡Debes hacerlo! ¡Vas a morirte de hambre!
—¡Perfecto! ¡Eso es lo que quiero! —le grito. Ella retrocede y baja la cuchara, poniéndola de vuelta en el plato.
—¡A mí no me gritas, cabrón! —me grita con fuerza y golpea la mesa con sus palmas abiertas. El sonrojo en su cara y cuello es más fuerte que el color de su cabello; en otra ocasión me hubiera reído, pero ahora lo único que me dan ganas es de mandarla a volar—. ¡Cómete el maldito cereal de una maldita vez si no quieres que te rompa la maldita cara hasta que te quede malditamente irreconocible!
—Basta, Tasha. No es necesario que le grites tanto si sabes que no va a hacerte caso —dice Clint entrando a mi piso.
La pelirroja bufa y se cruza de brazos, fulminándome con la mirada con fiereza. Le sostengo la mirada, imperturbable y demostrando que no me interesa.
—Deberías comer algo, Steve. Puede que seas un Súper Soldado, pero debes alimentarte —me dice Clint con suavidad.
—No. Quiero. Comer. ¿Qué es tan difícil de comprender? —me quejo y aparto el plato de cereal.
Nat vuelve a ver a Clint y suspira, cansada. —No sé qué es lo que le pasa, ha estado comportándose como un adolescente rebelde.
Clint pasa sus manos por su pelo y suelta un suspiro largo, como el que soltaba cuando los Maximoff se ponían a pelear por el control remoto y al final Clint se los quitaba y los regañaba como si fueran unos chicos.
—Steve, necesitas comer —me repite—. No creo que a Maya le guste la idea de que no estás comiendo.
—No creo que a Maya le importe una mierda si como o no —replico.
—¡Lenguaje! —dice Tony, entrando a mi cocina con una botella de vodka. Su mejor amiga ahora es una botella de cualquier bebida alcohólica.
—Steve, necesitas fuerzas, y la comida te dará más —me dice Nat con suavidad.
Niego con la cabeza y le quito la botella de vodka a Tony, le doy un sorbo largo y siento cómo el alcohol quema mi garganta y la deja en carne viva.
El sonido que siempre suena cuando Thor llega hace que el edificio tiemble ligeramente. A los cinco minutos, todos los Vengadores viejos y nuevos están en mi piso, sentados como Tony, Wanda, Sam, Maria y yo, y otros de pie como el resto del equipo.
—Amigo, ¿te peleaste con un mono o qué? —silba Sam al ver a Thor entrar.
Me giro y lo veo. Tiene sangre en su nariz, un labio partido, el cabello desordenado y se ve muy aturdido. Me da la impresión de que se peleó con un mapache, y que el animal le ganó.
—Vi a Maya —dice el rubio y deja su martillo en el suelo. Este cae despreocupadamente y el rubio lo ve como si fuera un demonio o algo lo suficientemente malo.
—¿Cómo está ella? ¿Dónde está? ¿Está bien? —le pregunto rápidamente.
—Sí. Está quedándose con una mortal en un lugar de México. Le ofrecí regresar... y me atacó —dice un poco confundido.
—¿Qué? —preguntan Wanda, Tony, Maria, Nat y Sam.
—Fue algo extraño, como si su poder estuviera aumentando. Pudo controlar a Mjolnir.
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Fury Avenger (Trilogía completa)
FanfictionPrimer libro Trilogía Avengers. Después de los sucesos que golpearon a la organización de héroes, S.H.I.E.L.D, Nick Fury lo último que desea es poner en riesgo más vidas -incluyendo la suya propia. Está cansado del mal que acecha al mundo, y desde...