Fury Avenger (Trilogía completa)

I Parte. Inicio del fin

Capítulo 1. Grant.

Último día de clases. Último día como estudiante de la Preparatoria de Brooklyn. No más tareas, no más maestros malhumorados, no más chicas que solo me quieren para el rato... Y lo más importante: no más Director Coulson y su obsesión con mantener un ojo en mí solo porque soy el hijo del Capitán América (el primer Capitán América).

Este es mi último día como estudiante colegial. Había deseado que este día llegara desde mi primer día como colegial. Es curioso, en ese entonces no había conocido a nadie interesante y ya quería salir de la preparatoria. Y lo hubiese hecho de no ser porque a) mamá no me hubiese dejado hacerlo y b) no podía dejar sola a Kate después de haber hecho tantas cosas por mi (como enseñarme a amarrarme los cordones, a decir correctamente otorrinolaringología, y a diferenciar los momentos en los que debería aprender a quedarme callado).

Camino hacia mi casillero con la obvia intención de recoger mis cosas para dejarle mi casillero a algún pobre infeliz que vaya a estudiar bajo el ojo acosador de Coulson, pero una simple cosa hace que disminuya la velocidad de mi andar y ponga los ojos en blanco.

Cuatro groupies están apoyadas en mi casillero, sonriéndome como si fuera un plato lleno de Doritos de queso chedar. Mierda, ahora tengo más hambre de lo normal.

—Hola Grant... —canturrean al unísono.

—Señoritas, ¿qué las trae por acá? —les digo amablemente. Las cuatro groupies me sonríen de forma pícara. Son perturbadoras. Me asustan más que Itzel.

—Es tu último día de clases —dice Groupie 1, la rubia.

—Y pensábamos en darte una despedida —dice Groupie 2, la asiática.

—Tan buena que... —dice la Groupie 3, la morena.

—No podrás olvidarnos... —finaliza la Groupie 4, la pelirroja.

Rasco mi ceja derecha y arrugo el ceño. —No creo que ahora sea el momento apropiado, chicas.

Groupie tres hace un puchero. —¿Por qué no? Solo queremos hacerte feliz, Grant —ronronea.

—Te aseguramos que todos disfrutaremos —promete la Groupie dos.

—Vaya, vaya, vaya... Pero miren a quiénes tenemos aquí. Zorra y sus zorritas —dice una voz femenina agradablemente familiar. Me relajo un poco mientras mi mejor amiga toma las riendas en el asunto—. No pueden ver a un solo hombre solo en el pasillo del infierno porque ya andan tratando de clavar sus colmillos en su cuello.

Groupie tres hace lo que me parece es un siseo. ¿Qué diablos? ¿Le acaba de sisear a mi mejor amiga?

—Aléjate, Katherine —le dice.

—Aléjate tú, y llévate a tu equipo de arrastradas, el suelo está limpio —espeta Kate.

Las groupies se van, contoneándose exageradamente. Suspiro y me giro hacia Kate con una sonrisa agradecida. —Gracias, Kate.

—¿Para qué están las mejores amigas? Apresúrate en limpiar tu casillero, tengo hambre —dice.

Me giro hacia mi casillero y pongo la clave. Este se abre y saco mi bolsa de viaje de la parte superior. Abro el material firme y comienzo a guardar mis libros de todo el año.

Kate se apoya en el casillero a mi izquierda y ve a los estudiantes pasar. —Es increíble que ya vayamos a graduarnos de preparatoria. Por fin podremos irnos a la Universidad y estudiar lo que queramos.

—Mamá dice que puedo estudiar ingeniería industrial o mecánica. Tony me dijo que si estudiaba cualquier ingeniería, me daría trabajo —le digo. Agarro mi libro de química avanzada y se lo paso a Kate, ella lo agarra y lo guarda en su bolso. En realidad es su libro, nos lo turnábamos todas las semanas como si fuera un bebé.