Fury Avenger (Trilogía completa)

III Parte. Renacer

Capítulo 21. Grant.

Me había sentido desesperado en toda la semana. No solo por el simple hecho de que mi mejor amiga había sido secuestrada por el ex loco de mamá, sino por el hecho de que la chica que amo se ha alejado de mí. Había enfocado toda mi mente en el entrenamiento y en ayudar a mamá con su papeleo -los pequeños cortes en mis dedos lo confirman- junto con papá; pero nada de eso me sirvió en mantener mi mente alejada de Maggie.

Le había roto el corazón.

Mis palabras fueron las palabras más despreciables que alguna vez he escuchado en mi vida, y puede que me sentí malditamente bien después de darle la espalda y alejarme, pero en cuanto la vi irse, tratando de luchar contra las lágrimas en su bello rostro, me sentí como una porquería andante. Quise ir a buscarla múltiples veces, pero supe que no iba a ser una buena idea por el hecho de que necesitaba dejarla sanar, pero no quería que sanara y me olvidara.

Mamá se había enfurecido conmigo cuando me escuchó tratarla con tanta frialdad, y me ha costado bastante hacerla ver mi punto de vista. Y, cuando por fin lo logré, me hizo recapacitar.

Así que hoy, apenas vi sentada a Maggie al lado de un muy apacible Azari, decidí que era momento de hacerla regresar a mí. Quería que ella peleara por mí, que ella me buscara, pero propuse el que ambos lucháramos. Y eso me gustó más.

Después de verla retirarse con toda la dignidad de una Romanoff, no se tardó mucho tiempo en llegar el anuncio que me tiene corriendo por el pasillo, empujando la silla de ruedas de Vincent, hacia la Sala de Reuniones, en donde están reunidos casi todos los ex-Vengadores.

Azari me adelanta y abre la puerta para su melliza y Drew, quienes entran corriendo. Empujo con más fuerza la silla, y entramos en la Sala. Azari cierra la puerta y los ojos de todos los adultos nos ven con seriedad.

—¿Qué los venía persiguiendo Nick? —pregunta Tony.

Suelto la silla y me doblo a la mitad, buscando aire. Empujar una silla de ruedas con un tipo en ella no es divertido.

—Bueno, sueles correr cuando te enteras que tu mejor amiga secuestrada ha sido encontrada —digo entre jadeos.

Sky me da una botella de agua y le sonrío, me devuelve la sonrisa y se sienta de nuevo al lado de su padre, quien la ve con orgullo y amor.

—Bien, ya que todos están presentes —anuncia mamá, levantando la voz en su modo Directora—. Vamos a proseguir. Agente Drumond, por favor —llama.

Riley Drumond, el prometido de Sky, se levanta de su asiento al lado de la Heredera Stark y camina al frente. Saluda a Maya con respeto y se aclara la garganta, poniéndose de frente al público.

—Buenas tardes...

Me desconecto.

Sé que Riley va a comunicar algo sobre la ubicación de mi mejor amiga, pero un cosquilleo se forma en mi pecho, y comienzo a buscar a la causante con la mirada. La cabellera en llamas de Maggie sobresale más que la de mamá, y ella está sentada entre papá y Clint. Mientras Riley habla y explica lo que sucedió, papá se inclina hacia Maggie y le dice algo, a lo que ella asiente seriamente y comparte una mirada con mamá, quien asiente en su dirección. ¿Qué está pasando por aquí?

Los ojos bicolores de Maggie se encuentran con los míos, y me da una sonrisa suave, casi tímida, antes de regresar su atención a Riley.

—... en un edificio reconstruido en Stamford —escucho a Riley decir.

—¿Qué acaso planean pelear en medio de la ciudad? Ya se hizo mucho daño hace diecinueve años —dice Wanda. Los que estuvieron presentes muestran su apoyo al comentario de Wanda.