Capítulo 38. Steve/Maya.

2.1K 139 40
                                    

→Steve←

—Trata de relajarte, Peter. Estás entrenando, no en una batalla —le asesoro viendo cómo el chico está más tenso que un resorte a punto de saltar.

—Ya te dije que no está listo —dice Bucky, viendo a Peter saltar para esquivar una patada baja de parte de un Agente.

Veo rápidamente a Bucky, y frunzo el ceño al verlo afilar una daga. —Deja de afilar tus dagas. Te ves como un asesino en busca de una víctima nueva.

Mi amigo baja la daga y ve a Peter. —No creo que sea buena idea. Es muy...

—¡Ah! ¡Maldito hijo de... tu madre! —grita Peter cuando su espalda golpea sonoramente el suelo de colchonetas. Un poco frustrado, paso mi mano por mi frente y suspiro. Abandono mi puesto fuera de las colchonetas y me acerco al lugar donde Peter está despotricando de forma muy colorida.

—Muy bien, hijo, arriba. Tienes que ir paso a paso para que puedas tener los movimientos acertados —le digo amablemente y lo levanto de un tirón... amablemente.

—¿Sabes a qué hora me acosté? ¡A las dos de la mañana! Estaba viendo un maratón de Discovery Channel en el que hablaban de ustedes, los Vengadores y soñé con ustedes. Mala noche. Y ¡tengo que venir a entrenar contigo! —se queja Peter como todo un adolescente.

En mi época, los adolescentes se acostaban a las diez de la noche, a más tardar, diez y un minuto.

—Tendrás que dejar eso de acostarte tarde y levantarte temprano, puede dañarte —se burla Bucky.

El Agente se ríe. Lo vuelvo a ver y su risa se apaga, aclara su garganta y se aleja discretamente.

—Peter, si quieres ser uno de nosotros, debes entrenar —le digo.

—¿No puedo simplemente jugar Call Of Duty y agarrar sus técnicas? —me pregunta.

—No creo que debas jugar con el llamado del deber, jovencito. Ahora —le digo, pero sus ojos ven algo sobre mi hombro y se inclina hacia un lado. Una sonrisa curva sus labios.

—Bueno, con esa motivación, con gusto entreno... —dice. Frunzo el ceño y veo sobre mi hombro lo que ha llamado la atención de Peter: Nat con ropa deportiva.

Mi cuerpo gira bruscamente cuando veo a su acompañante. Ya sabía que Maya tenía buen cuerpo por las veces en Brooklyn en las que usaba algún que otro pantalón corto, o por cada vez que se estiraba para alcanzar algo y la blusa se le levantaba y mostraba parte de su abdomen plano; o de las veces en que metí mis manos bajo su blusa mientras nos besábamos y mis dedos sentían cierta dureza en su abdomen y una que otra curva..., pero nunca me había imaginado que tuviera un cuerpo tan... ¿atractivo?

La vez que la había visto en Costa Rica usando ropa deportiva es nada comparado a este día.

Maya está usando unos pantalones de yoga gris oscuro, una blusa negra holgada que deja ver parte de su abdomen y unas zapatillas deportivas a juego con su atuendo. Su cabello está amarrado en un moño desordenado.

—Amo SHIELD y sus pantalones de yoga —dice Peter, completamente emocionado.

Extiendo mi brazo y lo empujo, este cae a la colchoneta. Me acerco a las chicas, confundido por su presencia y las escucho hablar sobre algo que no comprendo.

—Puedes probarte vestidos de Vera Wang. Son hermosos. O un Oscar de la Renta... —dice Nat.

Maya niega con la cabeza y agarra una espada de esgrima, la manipula fácilmente e incluso la hace girar entre sus dedos. ¿Esta mujer a qué clase de escuelas fue?

Fury Avenger (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora