Fury Avenger (Trilogía completa)

Capítulo 44. Lya

Llevo mis manos a mi boca mientras mis ojos se llenan de lágrimas.

Escucho a Maya, Steve y Bruce soltar un suspiro cansado.

—Wanda, ¿no que tenías un hechizo de sueño regenerativo en él? —pregunta Maya. No puedo dejar de verlo.

—Sí, bueno, parece que se deshizo —se defiende la castaña.

—Ah, por favor, ¿se iban a quedar con toda la diversión ustedes solos? No sean tan hijos de perra. Sin ofender, Directora —dice y suelta un suspiro largo. Sus ojos castaños buscan algo en la habitación, su sonrisa se tambalea un poco cuando sus ojos se encuentran con los míos—. ¿No vienes a saludarme, Pelirroja?

Jadeo y corro hacia él. Su sonrisa se dulcifica y ensancha.

Rodeo su cuello con mis brazos y oculto mi rostro en su cuello. Lloro de forma silenciosa. Sus brazos me rodean con fuerza y besa mi cabello.

Creí que estaba muerto. Lo vi morir. Pero de alguna forma está aquí y...

—Estás vivo —susurro y agarro su rostro con mis manos temblorosas.

Asiente y veo la felicidad en sus ojos café verdoso. —Igual que tú.

Lloro y río y lo abrazo de nuevo.

—Bueno, esto sí que es un cambio de trama —comenta Nova.

—¿No que...? ¿Él no...? ¿No que estaba muerto? —pregunta Peter, confundido.

Me separo un poco de Wade, pero mantengo un brazo entrelazado con el suyo. Veo la sonrisa de Grant al verme tan emocionada. Un pedazo de mi corazón ha regresado a donde pertenecía.

—El GH hace maravillas. Te lo recomiendo, Tony, así no te ves tan mierda. ¡Ah, Loggie! ¿Cómo está el lobito? —dice Wade, regresando a su personalidad tan única.

Logan se pone de pie y avanza con fiereza hacia nosotros. Wade me aparta con gentileza.

—Maldito, si te vas a morir, será por mí —gruñe Logan y le da una palmada en la espalda.

—Ah, también te amo, gatito —bromea Wade y le devuelve el golpe. Regreso a Grant y abrazo a mi novio, quien suspira feliz. Supongo que se siente aliviado de que ya no esté tan deprimida—. ¿Qué me perdí? ¿Y Camaleón?

—La arresté por haber mantenido contacto con Hydra —responde Maya.

Wade la ve y sonríe de forma pícara. —Sexy.

Steve se aclara la garganta de forma escandalosa, al igual que su hijo. Me río y niego con la cabeza.

—¿Quién es el pálido? —pregunta Wade, viendo a Dylan con atención.

—Dylan, un nuevo aliado —responde Wanda.

—¡Oh, hablando de nuevos aliados! —exclama mi querido Wade—. Tengo uno nuevo para ustedes, es viejo y feo hasta la mierda, pero supongo que será útil siempre y cuando esté usando su bastón... ¡Ups! —se agacha justo cuando un bastón vuela hacia su cabeza. Wanda lo detiene con su poder y frunce el ceño.

—¡Más te vale respetarme, Wilson! —gruñe una voz masculina familiar. Como si viniera de un sueño o algo así...

Un hombre alto, delgado, con ropa muy elegante, cabello negro (y una barba parecida a la de Tony Stark), y una capa morado muy oscuro, entra a la habitación.

Stephen Strange.

Wade se pone de pie a mi lado.

—Bueno, tú tampoco me respetaste mucho... —dice Wade.