Capítulo 12. Naylee

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El duelo es una perra total. Y también lo es la culpabilidad y el tener un cerebro tan genial que produce un pensamiento para llevarme a mil teorías.

El día en el que Abuelo fue puesto bajo tierra, me la pasé llorando en mi habitación; solamente dejaba que Grant entrara porque no me sentía como una mierda con ojos a su alrededor. En el segundo día de mi luto, empecé a pensar cosas... poco agradables. Pensé en el estado de salud del abuelo cuando me fui a Asgard; él estaba saludable, nada de qué preocuparse de verdad. Su corazón, el órgano que falló, estaba en óptimas condiciones, y calculaba que iba a vivir por cincuenta años más (para ser el viejo más viejo del mundo, aparte de papá y Bucky). Pero falleció.

Entonces pensé en... En lo que Adam dijo. Que yo iba a morir. Y luego me fui.

Hoy, antes de que Brynjar entrara en modo héroe, estaba llegando a una conclusión. Yo tuve todo que ver con la muerte de mi abuelo. Eso, o el karma es una perra.

—¿A qué te refieres con eso? —pregunta, sus ojos azules e hipnóticos me ven, un poco molestos—. ¿Qué quieres decir con eso de que Nick murió por tu culpa?

—Murió por mi culpa, Brynjar —repito.

Él me ve como si acabara de decir que Hydra es buena y que Snow es el hombre más sexy del mundo. Se pone de pie. Lo veo desde abajo.

—Estás loca. ¿Estás loca, acaso, Naylee? ¿Te estás escuchando? ¡Tú no lo mataste!

—Yo no lo maté. Físicamente hablando. Pero... falleció por mi culpa.

Me sorprende bastante que no me haya largado a llorar para este punto. Cuando me enteré, lloré y grité como una banshee. 

Las manos grandes y fuertes de Brynjar me hacen levantada del suelo, y antes de poder decir «¡Mierda del infierno!» mi espalda golpea una pared, y Brynjar me mantiene contra el material.

—¡Tú no lo hiciste, niña tonta! —me grita.

Lo empujo, pero no se mueve.

—¡Piensa, Brynjar! —le grito. Bajo mi voz para no asustar a quien sea que esté fuera—. La Muerte quería mi alma. Me fui. Y, una semana después, Abuelo es hallado muerto. ¿No crees que es muy extraño?

—Nick estaba enfermo desde hace tiempo, Naylee —me dice, tenso.

Niego con la cabeza. -Se había recuperado por completo. Su muerte fue algo que no se logra explicar...

—Estás loca.

—¡Escúchame! —chillo—. Leí sus expedientes médicos, estaba bien. Brynjar, Abuelo estaba tan bien que podía llegar a cien años —mis ojos se llenan de lágrimas—. Su salud era perfecta.

—Estás diciendo que La Muerte tomó su alma —me dice con dureza.

Asiento y parpadeo para alejar las lágrimas. —Sí. Como venganza.

—¿Cómo venganza? ¿De...?

Bufo y lo empujo, esta vez, se aparta. —¡Puede que seas el hombre más malditamente caliente en todo el mundo, pero lo caliente te quemó las neuronas, hombre! —exclamo, irritada. Arquea sus cejas ante mi arrebato. Golpeo su pecho—. Sí, se estaba vengando porque el alma que quería se fue fuera de su alcance. ¿Entendiste?

—Así que... Piensas que soy caliente —comenta.

Abro mucho mis ojos y boca. Luego cierro la boca y llevo mis manos a mis sienes.

—De todo lo que te he dicho, ¿solo captaste eso? —digo.

Se encoge de hombros. —Es la primera vez que me dices algo lindo. Incluso si eso viniera combinado a una ofensa.

Fury Avenger (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora