Fury Avenger (Trilogía completa)

Capítulo 21. Naylee

El suelo bajo mis pies deja de existir.

Todo se vuelve rojo a mi alrededor, el fuego empieza a consumir todo. 

Brynjar agarra mi mano antes de que caiga a la oscuridad. Formo un boogie y me estabilizo, llegando al lado de Brynjar en medio del caos. Él me grita algo que no logro escuchar por las explosiones, pero sé que es algo referente a salir del lugar lo más pronto posible. 

—¡Wade y Gail! —grito. 

Desesperada, formo un escudo de vibranio y lo expando en todo el gimnasio. Me elevo en mi boogie de vibranio y busco a mis mejores amigos rápidamente, moviendo los escombros con la ayuda de Brynjar y su fuerza sobrenatural. 

—Nay, no están aquí. Mejor salgamos. Tal vez encontraron una salida —me dice el rubio, viendo al piso inferior. 

Termino accediendo y volamos hacia la ventana. Una explosión hace que el escudo se destruya y salimos expulsados con fuerza dolorosa. Logro cubrir nuestros cuerpos con un campo de fuerza antes de impactar el suelo. 

Aún acostada, veo hacia el edificio, observando cómo el edificio de SHIELD arde como el infierno. El shock me inmoviliza por unos largos segundos antes de que unas manos grandes me agarren de los hombros, me levanten y me hagan darle la espalda a la destrucción. Otra explosión hace que la tierra se sacuda.

Soy sacudida de mi aturdimiento.

—Mis papás —digo—. Zoé. Leah. Grant. Mags...

—Hey, tranquila. Iremos a buscarlos ¿sí? —me promete Brynjar. El hollín ha manchado su mejilla y mandíbula derecha, y su cabello está un poco sucio, también. La sangre baja por su sien hasta su cuello. 

Jadeo y veo de regreso al edificio.

—Wade y Gail —susurro.

Brynjar se tensa, comprendiendo mi nuevo temor. Wade y Gail se habían ido seis segundos antes de que el edificio explotara. No tenían el tiempo como para salir del edificio y...

—No puede ser —digo.

Puedo sentir un dolor formándose en mi pecho. Un dolor que ya había sentido con la muerte de Abuelo.

—Ven, vamos a comprobar que todos estén a salvo.

Dejo que me lleve alrededor, buscando a su padre y amigos, buscando a todos los miembros de nuestra gran y extraña familia. Primero encontramos a Bruce, quien dejó el edificio médico para ver qué pasaba en el principal. Después encontramos a Theo y Loki, seguidos por Nat, Mags y las gemelas (quienes lloraron al verme bien).

Parte de mis temores son eliminados cuando veo a mis padres a salvo (papá con unos cuantos raspones y cortes superficiales y mamá con hollín en su cabello) junto a los Guardianes de la Galaxia y mi hermano. Todo el equipo está a salvo.

Pero no hay rastro de Wade y Gail.

Le digo a mamá mi mayor temor y manda a un equipo de búsqueda y rescate para encontrar a mis mejores amigos. Mientras el equipo especial se va a su nueva misión, Brynjar se dedica a sostener mi mano y dejarme apretarla de forma fuerte para tratar de alejar mi pánico creciente.

Hago mi mejor esfuerzo para ignorar el dolor en mi pecho.

La punta de mis dedos de la mano izquierda cosquillean, adormecidos. 

Sacudo mi mano y ahogo un grito cuando un latigazo de dolor recorre todo mi brazo hasta mi pecho.

Los segundos se extienden a minutos y estos a dos horas de búsqueda. Identificaron varios agentes fallecidos, pero ellos no me interesan porque no son Wade ni Gail.