Capítulo 22. Maya.

2.8K 197 13
                                    

Las puertas del ascensor se abren en el piso veinticinco. De mi lado, yo estoy apoyada en la pared, viendo al otro lado de la caja que sube y baja, veo el pasillo desierto hacia el comedor, al igual que puedo escuchar las risas de trueno de Thor.

Acabo de tener mi primera discusión con Steve —mi novio— y no sé si ir arriba y darle una bofetada ante sus palabras contra mi padre, o besarlo hasta matarlo y agradecerle por su advertencia.

Papá está ocultando algo. Y voy a averiguar qué es aunque me cueste mi confianza en él.

Salgo del ascensor y camino lentamente al comedor, sin ganas de comer o estar cerca de ese grupo que al parecer está bastante animado. Pero cuando entro al comedor y Thor, Clint, Sam, Pietro, Wanda y Hill me reciben con una sonrisa, decido quedarme con ellos y tratar de animarme un poco.

Aunque eso ahora me parece imposible.

Sam me ofrece el asiento a su derecha, entre él y Clint.

—¿Quieres algo de desayuno o prefieres alimentarte con nuestra belleza? —Me pregunta Thor con diversión.

Me encojo de hombros y niego con la cabeza. —Solo trato de acomodarme.

—¿Y Steve? —Me pregunta Sam.

Hago mi mejor esfuerzo por no mostrar que estoy molesta con él y sonrío con calma. 

—Está un poco ocupado ahora. Probablemente aparezca para el almuerzo —miento. Probablemente me importe una mierda si aparece o no.

—Entiendo —dice Sam con voz suave.

—¿Qué hace un mago en la oscuridad? —Pregunta Thor, tratando de aligerar el ambiente y cambiar el tema.

—Ilumínanos, Asgardiano —pide Clint.

Siento los ojos de Pietro sobre mí, tratando de leerme.

—¡Magia negra! —Responde el rubio y se carcajea con fuerza. Su risa es tan alegre, que hace que todos se rían. Todos excepto yo. Yo me limito a sonreír de manera fingida.

—Escuché que eres muy buena a la hora de hackear, ¿me ayudarías con algo? —Me dice Sam. Lo vuelvo a ver y asiento.

Si el ánimo de Thor no me alegró, dudo mucho que Sam lo haga.

Así que ambos salimos del comedor y caminamos de regreso al ascensor. Bajamos dos pisos en silencio hasta que Sam decide hablar.

—¿Cómo van las cosas? ¿Están molestos, verdad? —Pregunta suavemente.

Me cruzo de brazos y luego los suelto. —¿Por qué lo dices?

—Conozco a Steve. Se fue por ti. No creo que ahora que están de regreso quiera dejarte sola. Además de que sé cuándo está molesta la gente; fui militar, sabes.

—¿Qué tiene que ver el que hayas sido militar con saber si alguien está molesto? —Cuestiono.

Sam me ve con irritación fingida. —Trataba de sonar interesante ya que todos aquí parecen ser geniales. Soy un tipo perceptivo, ¿okey?

Asiento lentamente y suspiro. 

—Me dijo que me mantuviera lejos de papá —le digo—. ¿Cómo se le ocurre pedirme eso? Es mi papá. No puedo simplemente mantenerme alejada de él, es mi padre. La única persona viva que me queda.

Sam asiente, entendiendo mi incredulidad. —Ya entendí que es tu padre, linda. No es necesario que lo digas en cada oración. —Lo fulmino con la mirada—. Ha estado tenso, supongo. Desde que James vino...

Fury Avenger (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora