Fury Avenger (Trilogía completa)

Capítulo 46. Maya.

—Te ves hermosa —me dice una muy emocional Nat. Le sonrío a través del espejo mientras la maquillista que Tony contrató para este día termina de cubrir mi rostro.

—Tengo la más sexy de las mejores amigas —dice Itzel, siendo maquillada por otra artista.

Wanda se ríe y niega con la cabeza. —Tu forma de expresarte es muy extraña —le dice a Itzel.

—Pero así me entienden —dice la latina.

Cuatro golpes rápidos en la puerta nos anuncian de que Mary nos está avisando que va a entrar. Dos segundos después, la pelinegra entra vestida en un elegante vestido celeste que resalta el color de sus ojos, su cabello está amarrado en un moño igual de elegante que el vestido que usa.

—Los invitados están llegando, Tony se está encargando de recibirlos con Nick —nos avisa en su tono de Agente. Frunce el ceño y lleva su mano a su oreja, escucha algo y habla de nuevo—. Tony se ha movido para asistir a Steve.

—¿Está bien? —pregunto, un poco asustada.

—Sí. Pero parece que quiere comprobar que todo esté bien para ti —me dice con una sonrisa dulce. Ladea la cabeza y escucha algo—. Coulson, ya te he dicho que no puedes ir por ahí diciendo que conoces al Capitán América —comienza a retroceder—, ¡porque no les interesa!

Sale de la habitación y cierra la puerta.

Nat se ríe y niega con la cabeza. —Ese par ama discutir —dice.

Sonrío, es curioso que ese para se lleve tan bien; podrían incluso salir...

—Mira abajo, por favor —me pide la maquillista. La obedezco y bajo la mirada a mi anillo de compromiso. El oro brilla suavemente, y el diamante destellea por la luz del sol.

He estado comprometida por semanas, meses, y no se me había ocurrido ver bien el anillo en sí. He estado tan deslumbrada por el hecho de casarme con el hombre que siempre he admirado (y amado) que no se me había venido a la cabeza analizar el material del anillo.

Me quito el anillo suavemente. Lo sostengo entre mis dedos y lo giro lentamente, fijándome en todo, en cualquier detalle que...

Unas letras en el interior del anillo llaman mi atención. Acerco más el anillo a mi cara y enfoco mi vista en las palabras.

Por siempre tuyo,

Giro el anillo, un poco confundida por la inscripción. Es como si faltara algo que complemente las palabras escritas, como si Steve quisiera decirme algo más, pero no pudo lograrlo.

—¿Por qué te quitaste el anillo? —chilla Wanda.

—Dice algo —respondo. La maquillista termina de maquillar mis ojos y levanto la vista—. El anillo dice algo.

Nat se apresura en llegar a mi lado, me quita la joya y lee las palabras escritas. Me ve sorprendida y sonríe enternecida. —Steve es demasiado romántico.

—¿Cómo Bucky? —pregunta Itzel.

Nat pone los ojos en blanco y me devuelve el anillo. —El romanticismo de Buck es distinto al de Steve.

Me pongo de nuevo el anillo y suspiro. Wanda me ve con una sonrisa conmovida.

Después de el maquillaje y el peinado (mi cabello es rizado suavemente) entro a una clase de baño para ponerme el vestido blanco. Al salir, las chicas sonríen conmovidas y me rodean. Veo a Nat con ojos cristalizados igual que los de Itzel y Wanda.

—Te ves tan hermosa que me dan ganas de llorar —dice Nat con voz entrecortada.

Les sonrío y camino hacia el espejo de cuerpo completo en la habitación. Me pongo frente a él y me sorprendo al ver lo distinta que me veo vestida de novia. El vestido blanco es como el de una princesa —pero sin ser tan vaporoso y extravagante, y una cinta roja está bajo mi pecho; piedras brillantes hacen que el blanco resalte más. Mi piel se ve perfecta por el maquillaje, y mi cabello con muchas hebras grises está ondulado y recogido hacia atrás en un recogido elegante y delicado.