Capítulo 13. Lya

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El auditorio del primer piso de SHIELD está lleno de Agentes, doctores y los que estuvimos en el ataque en Manhattan. Puedo oler el humo, la ceniza y la desesperación impregnadas en la ropa, piel y cabello de los que estamos llenos de ellos.

Es sorprendente cómo puedes pasar de bailar con el chico que te gusta a estar en una batalla.

Agarro la toalla húmeda que alguien me ofrece y limpio mi brazo derecho mientras observo a Grant. Se ve aturdido. Confundido. Como si hubiera visto a un extraterrestre bajar del cielo vestido de novia psicótica. Así de confundido. Itzel lo está abrazando como una madre abrazaría a su hijo asustado; acaricia su cabeza y él tiene su cabeza apoyada en el pecho de Itzel, viéndose completamente perdido en sus pensamientos.

Escucho un pequeño escándalo y me giro para ver a los de Raid y Slingshot entrar apresuradamente. Drew se encuentra con su padre y Sam corre hacia Itzel y Grant. Es curioso ver que ellos tres se ven como una familia.

Siento la mano de mamá quitarme la toalla y limpiarme bien el brazo. Dejo que me limpie. Papá agarra una toalla y comienza a limpiar mi rostro sucio.

Kahina y Drew están hablando entre ellos, ella tiene un corte en la frente que de seguro le dejará una cicatriz si no la tratan de inmediato, y Azari tiene un corte en su bícep que también dejará cicatriz. Drew habla con su papá, quien está revisando que no tenga nada malo.

—¿Están todos bien? —pregunta Maya en el escenario del auditorio. Se responde con un colectivo—. Bien. Como muchos saben, la ciudad ha sido atacada por los artefactos de Hydra...

Me desconecto y mi mente queda en blanco.

Nunca antes había estado ni visto un ataque tan horrendo como el de hoy. No salieron más heridos de los esperados, pero el terror de haber muerto en ese lugar fue lo suficientemente fuerte como para dejar heridos emocionales. O, al menos en mi caso, yo fui la única herida emocionalmente.

Estuve a punto de morir.

—Bien, Lya, necesito que te acuestes y quedes tranquila, ¿sí? Voy a cerrarte la herida —me avisa Bruce, usando una voz amable y apacible.

Me acuesto con cuidado de no lastimarme más. Veo la mirada llena de miedo de mamá, y la de preocupación en papá. Cierro los ojos. Bruce le dice algo a mamá y la escucho alejarse.

—Cariño, Bruce va a cerrarte la herida, pero primero tiene que limpiarla, eso va a doler un poco —me dice papá.

Asiento en acuerdo.

—Ve con cuidado, es su primera vez —dice papá.

Ahogo un grito de dolor cuando un líquido entra en contacto con mi piel abierta, haciendo que arda y duela al mismo tiempo. Un gemido de dolor se escapa de mis labios, y unas lágrimas recorren mi sien.

—Tranquila, cariño, ya casi termina... —me dice papá, acariciando mi frente con su mano derecha.

Sollozo y siento la mano de un hombre ponerse bajo la mía. —Aprieta todo lo que quieras, linda. No me dolerá —me dice Luke Cage.

—Tengo que sacarle el trozo de metal —dice Bruce.

—¿No puedes ponerle anestesia? —pregunta papá.

—Ha perdido mucha sangre. Si le pongo anestesia, puede darle un paro —dice el doctor.

Escucho pasos rápidos acercándose y aprieto la mano de Luke con fuerza. Papá besa mi frente y me tranquiliza en mi idioma materno.

—¿Qué le está pasando? —pregunta una voz firme, femenina y con un ligero acento. La doctora Cho.

—Uno de los artefactos le apuñaló con una daga de metal. La dejó ahí dentro y corre el riesgo de que le dañe el hígado —responde Bruce.

Fury Avenger (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora