Nunca había aprendido a dormir con alguien -excepto por mamá, estaba acostumbrado a dormir con ella incluso a los catorce años- hasta el día de hoy. O ayer. Como sea.
La última vez que desperté con alguien entre mis brazos fue cuando me quedé durmiendo por última vez en la casa de Kate -hace tres años y ocho meses, antes de que me terminara- después de haber discutido con mamá por algo que no recuerdo. Me había despertado desorientado, confundido, sin saber en dónde estaba hasta que olí la fragancia de caramelo de Kate.
Abro mis ojos lentamente para observar el rostro más lindo y dulce que he visto en mucho tiempo. Maggie está dormida plácidamente, con un brazo doblado sobre su pecho y el otro alrededor de mi cintura. Su cabello en llamas está ligeramente desordenado, y su trenza se está deshaciendo.
Sonrío y acaricio la mejilla de la linda pelirroja, sintiéndome como un idiota.
—¿No te advertí sobre interrumpir mi sueño? —gruñe con los ojos cerrados. Me río y abre sus ojos perezosamente, el azul y el verde centellean con la luz del sol.
—No. Lo siento linda, pero es muy tarde ahora —le digo con diversión.
—No interrumpas mi sueño —me advierte y frunce el ceño.
Me pregunto si papá se ponía tan feliz de ver a mamá a su lado y verla despertar de mal humor.
—Oh, por favor, Maggie. Creí que ya habíamos superado lo de las advertencias —me quejo.
Me empuja suavemente y se sienta en la cama. Suelta un bostezo y ve alrededor. Suspiro y toco su espalda baja, haciendo que se sobresalte.
—¿Te quedas a desayunar? Mamá lo más seguro no está —le digo.
—Está bien.
Me bajo de un salto de la cama y la ayudo a ponerse en pie, recordando que tiene una herida. Me sonríe suavemente y suelta su cabello, pasando los dedos entre sus ondulaciones para quitarse los nudos.
Sin poder evitarlo, me inclino sobre ella y le robo un beso en esos labios que tanto me gustan. Me ve con sorpresa.
—Buenos días —le digo como respuesta. Sonríe y niega con la cabeza—. ¿No te gustó mi beso? Pido una devolución.
Se ríe y se aleja. —No sueñes con eso, Rogers.
—Voy a demandarte —la amenazo. La agarro entre mis brazos y beso su frente.
—¿Y por qué? —pregunta, poniendo sus manos delicadas en mis brazos.
—No lo sé, algo se me ocurrirá —le digo y le robo otro beso.
—Grant, basta —me pide.
Niego con la cabeza y vuelvo a besarla. A pesar de sus quejas, Lya me devuelve el beso, tratando de acostumbrarse a nuestra nueva relación. Me gusta besarla.Rodea mi cuello con sus brazos y termina el beso con suavidad. —Hora de desayunar —dice.
Salimos de mi habitación. Agarro su mano y entrelazo mis dedos con los suyos, moviendo nuestros brazos como niños. Lya se ríe y apoya su mejilla en mi hombro antes de detenernos en medio pasillo, ponerse de puntillas y darme un beso rápido en mis labios. Sonrío y le devuelvo el beso repetidas veces, hasta que se ríe.
—Ya, ya —se ríe, pero deja que la bese de nuevo.
Cuando nos separamos, seguimos nuestro camino hacia la cocina.
—¿Qué quieres desayunar? Puedo prepararte un omelet que me queda delicioso y jugo de naranja natural, incluso café, me queda muy bien —le digo.
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Fury Avenger (Trilogía completa)
FanfictionPrimer libro Trilogía Avengers. Después de los sucesos que golpearon a la organización de héroes, S.H.I.E.L.D, Nick Fury lo último que desea es poner en riesgo más vidas -incluyendo la suya propia. Está cansado del mal que acecha al mundo, y desde...