Fury Avenger (Trilogía completa)

Capítulo 19. Grant/Lya

■Grant■

El dolor es insoportable. Es como si me estuvieran clavando dagas en el pecho y espalda, metiendo y sacando de forma implacable.

Mis pulmones arden, mis ojos arden, todo en mí arde.

Mi mejor amiga ha sido tomada contra su voluntad, tomada por el hombre que la había amenazado hacía unos días. No pude protegerla como deseaba hacerlo.

Le he fallado a mi mejor amiga.

Después de que mamá e Itzel me dijeran lo que sucedió con Kate y Vincent, decidí irme al Hospital del Sistema, esperando noticias. Itzel se mantuvo a mi lado, negándose a dejarme solo en mi dolor. Supongo que eso es bueno, porque no soportaría el estar solo ahora.

—Ya han pasado dos horas, ¿por qué demoran tanto? —pregunto, mordiendo la uña de mi pulgar derecho.

—No lo sé, Grant. No soy doctora ni tengo un ojo allá dentro —me dice con paciencia.

Suspiro, frustrado, y sigo caminando arriba y abajo en la sala de espera. No soy muy cercano a Vincent, pero sé que a Kate le importa, por lo que es una clase de deber para mí preocuparme por él y mantenerlo con vida para que reciba a Kate.

—Le vas a hacer un hueco al suelo —dice una voz masculina y familiar. Me detengo un segundo para ver a Pietro acercándose. Sigo con mi marcha.

—Esa es la idea —gruño y sigo mordiendo mi dedo pulgar.

—Bruce dice que él lo está haciendo bien. Ya casi terminan —dice Natasha, saliendo del quirófano. ¿Por qué ella entró ahí? Ni idea. Supongo que es por el hecho de que ellos fueron pareja por un buen tiempo y él se siente mal por haberla dejado.

No es como si el chismoso de Tony me hubiera contado.

—¿Podremos verlo? —pregunta Itzel.

La pelirroja que tiene un ligero parecido con mi (ex)novia ve a la mejor amiga y casi hermana de mamá. —No sé. Eso es decisión de los docs.

Me detengo y Pietro me palmea el hombro en un gesto amistoso. Recuerdo cuando deseaba que él fuera mi padre, pero a la vez no lo quería como mi padre. Creo que me dolió mucho que mamá y él hayan terminado, pero a la vez me alegré porque no lo quería como mi papá. Sí, ya sé, era un dilema.

Ataco de nuevo mi pulgar y arrugo la nariz al arrancarme un pedazo de piel. Sangre fresca comienza a salir del corte y baja por mi dedo hasta la muñeca.

Itzel suspira y me pasa una toallita húmeda. —Deja de hacer eso, Jonathan —me dice. Morderme el pulgar derecho hasta que sangre es lo que hago cuando estoy en un estrés extremo. Mi novia me dejó. Mi mejor amiga ha sido secuestrada. El novio de mi mejor amiga está en quirófano.

Limpio la sangre y mantengo la toallita en mi dedo.

Natasha me aparta del grupo y ve a Itzel y a Pietro. Baja su voz para hablarme.

—Me siento culpable por la reacción de Lya, Grant —me dice en un susurro—. Ella es una chica generalmente fuerte, pero cuando se molesta y explota..., es un poco tóxica. No le creas lo que te dijo, sé que fue algo malo por la forma en la que te fuiste y no le has hablado, pero no le creas. Está herida, asustada y se siente bajo presión. Sé paciente con ella.

Mantengo mi mirada fija en la cima de la cabeza de Natasha, negándome a verla a los ojos porque me recuerdan a Lya.

—Eres bueno para mi hija, me gusta pensar que haberla dejado estar contigo es lo más bueno que he hecho por ella en mucho tiempo —continúa.