Fury Avenger (Trilogía completa)

Capítulo 7. Grant

Creí que la llegada de Kate iba a ser súper divertida, súper genial y súper asombrosa, sin embargo, está siendo súper frustrante. De haber sabido que mi mejor amiga se iba a poner en mi contra y a favor de Lya, no la hubiese invitado en primer lugar. Amo a mi mejor amiga (no tanto como a mi mamá), y no sería capaz de hacerle daño, pero juro que en cualquier momento voy a agarrar pegamento industrial y ponérselo en la boca para que no pueda hablar.

Son dos horas de viaje en las que se ha dedicado a hablar de Lya y lo linda y dulce que le parece que es. Lo peor de todo es que Pietro apoya a Kate. 

¿Cómo se supone que voy a superar el que una linda pelirroja me haya bofeteado por insinuarle que se siente atraída hacia mí cuando es lo contrario? 

—Es muy buena con las dagas —dice Pietro.

—¡Es excelente!

—Kate. ¿Eres lesbiana? —le pregunto, ya molesto de escucharla hablar de Lya como si fuera su artista favorita.

Kate mueve su cabeza hacia mí, con el fuego de la ira Kenton danzando en ellos. Oh mierda. Si hay algo peor que el modo Fury, es el modo Kenton siendo criada por una Fury.

—¿Qué diablos dices, Grant? ¡No soy lesbiana! —me chilla y me da un golpe en la cabeza que me duele—. ¡Salí contigo, idiota! A menos que seas una chica muy musculosa.

Pietro se ríe. —Esa es una pregunta inadecuada, Grant.

—Es que te la pasas hablando de Lya como si fuera... Como si fuera... Una diosa —me defiendo.

—No. No soy lesbiana, imbécil. Me gustan los chicos, por algo salí contigo. Es solo que es agradable conocer a una chica que no viola con la mirada a mi mejor amigo —gruñe.

—¿Qué hay de Kahina? —pregunta Pietro.

—Ella quiere matar a Grant con la mirada. Y lo logra. Es como si no te quisiera. ¿Hiciste algo para enfadarla tanto? —me pregunta Kate.

Niego con la cabeza. —¿Tropezar con ella en mi primer día?

Pietro ve a mamá, quien está muy silenciosa. Hace dos horas salimos de SHIELD con destino a un restaurante para celebrar que Kate está con nosotros y por el puesto de mamá. Ya tiene casi una semana de ser la Directora del Sistema, pero no hemos podido celebrarlo muy bien desde el ataque a Kahina y Lya y por el trabajo de mamá. Hoy logró despejar su agenda ajetreada para salir a despejarse, aunque parece no servirle de nada.

—¿Mamá? ¿Pasa algo? —le pregunto, tocando su brazo.

Mamá salta por la sorpresa y me vuelve a ver. —¿Sí? —pregunta, distraída.

—¿Estás bien? Te ves en otra parte, Maya —dice Pietro, preocupado.

—Sí, estoy bien. Un poco cansada —dice y trata de sonreír, aunque su sonrisa se transforma en una mueca rara.

—Hey, si estás tan cansada, Pietro puede dar la vuelta y llevarnos de regreso —le digo. Está tensa.

—Podemos celebrar otro día, Nick —asegura Kate con voz suave.

—No, no. Estoy bien. Aguanto —dice y vuelve a sonreír, esta vez, sí logra darnos una sonrisa tenue.

Pietro la vuelve a ver con el ceño fruncido y sigue conduciendo. Comparto una mirada con mi mejor amiga.

«¿Qué le pasa?» me pregunta mi mejor amiga con la mirada. «No lo sé» le respondo.

Veo de nuevo a mamá, tratando de descifrarla; pero no puedo. Su rostro es velado por una máscara de inexpresividad, mantiene su expresión seria que suele usar en sus charlas de negocios. Pero puedo ver que sus ojos tienen una chispa inquieta, llena de algo que me parece ser dolor, miedo, sorpresa, y un poco de tristeza.