Al abrir mis ojos, lo primero que veo es a Maya durmiendo plácidamente en su almohada y de frente a mí. Sonrío y reprimo un bostezo con mi mano para no despertarla ni arruinar la paz que se ve en su rostro perfecto. Veo su frente de tamaño moderado, sus cejas ligeramente espesas y bien definidas, su nariz ligeramente ñata pero perfecta para su cara, sus pestañas más cortas que las mías, sus labios carnosos y perfectamente formados. Su cabello castaño casi negro con múltiples hebras grises está esparcido por la almohada como un abanico.
Maya estando dormida se ve pacífica, dulce, inocente; pero no deja de verse como una líder que es capaz de destruir a todos los villanos del mundo con tal de que todo el mundo esté a salvo. Ese valor, esa valentía, es lo que ha hecho que me enamore tanto de ella.
Acaricio suavemente su mejilla y frunce ligeramente el ceño, mueve inconscientemente su mano y aparta la mía como si fuera una mosca. Sonrío enternecido y vuelvo a acariciarle la mejilla, esta vez su ceño se profundiza y me da un manotazo fuerte.
Acaricio su mejilla una tercera vez para molestarla, y esta vez ella me habla. —Una más y me encargo de que no puedas disfrutar nuestra luna de miel —me advierte con voz somnolienta y automáticamente retrocedo para proteger mi asunto.
Nunca hay que tomarse a la ligera a Maya Fury y su intelecto.
—No hablas en serio, ¿o sí? —pregunto con desconfianza.
Uno de sus ojos se abre, y siento el aire abandonar mis pulmones. Su ojo antes era de un café profundo, aún sigue siendo café profundo, pero ahora tiene varias motas plateadas que hacen que su ojo sea profundamente interesante.
—No querrás saberlo, Steve —dice misteriosamente y frunzo el ceño. Sus labios se separan en una sonrisa deslumbrante que me hace amarla más—. Te ves tan guapo con el ceño fruncido y confundido...
Abro mi boca para decirle algo, pero me quedo sin palabras cuando ella levanta su mano y aparta un mechón de cabello de su ojo abierto. El oro y el diamante resalta contra su piel color caramelo.
—Vas a casarte conmigo —digo en un susurro sorprendido.
Maya suspira y ve el anillo de compromiso en su dedo corazón. Luego me vuelve a ver con ambos ojos abiertos y sonríe. —Tal parece que sí, amor.
Meto mi brazo derecho bajo su cabeza y rodeo su cintura con mi otro brazo, abrazándola a mí. Besa mi barbilla y se ríe un poco, su aliento golpea mi mandíbula.
—Necesitas afeitarte —dice.
Arrugo mi nariz y la oculto en su cabello despeinado por el sueño. —¿Es necesario?
—No planeo casarme con alguien que tiene más vello facial que Tony —responde con burla.
Gruño y la suelto. —Tú sí que sabes matar el romance —digo.
Ella se ríe y se sienta en la cama, bosteza suavemente y rasca su cabeza. —Amargado.
Me inclino hacia ella al sentarme y le doy un beso rápido en sus labios. —Vamos a desayunar con los chicos, ¿sí? —le pido.
Maya suspira y me vuelve a ver. —¿Otra vez? ¿Por qué no tenemos nuestro último desayuno juntos, solos? —pregunta.
—¿A qué te refieres con último desayuno? —pregunto, un poco nervioso.
—No es que vaya a terminar contigo, por favor —bufa y niega con la cabeza—; sería como rechazar un millón de dólares y un seguro de salud de por vida —arqueo mis cejas ante su desvío del tema y ella se aclara la garganta—. Steve, vamos a casarnos, y creo que desde que te conozco, hemos dormido juntos, literalmente, y me gustaría dormir sola por un tiempo antes de pasar el resto de mi vida contigo —explica suavemente.
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Fury Avenger (Trilogía completa)
FanfictionPrimer libro Trilogía Avengers. Después de los sucesos que golpearon a la organización de héroes, S.H.I.E.L.D, Nick Fury lo último que desea es poner en riesgo más vidas -incluyendo la suya propia. Está cansado del mal que acecha al mundo, y desde...