Capítulo 3. Naylee

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Extiendo mi mano, extendiendo el llamado del metal hacia lo que sea que venga primero. Espero que no sea una cuchara o un anillo de mamá. O mamá.

Una daga llega a mi mano, la acomodo bien, y la lanzo hacia mi entrenador. Él la esquiva por poco y frunce el ceño.

—¡No poderes! ¡No poderes, Rogers! —me dice, irritado.

—¡Me tiraste algo! —chillo, igual de irritada.

—¡Fue una botella de agua, por el amor a Cristo! —exclama. Pone sus manos en su cintura y respira con fuerza.

Veo la botella en el suelo. Le doy una sonrisa dulce e inocente, tratando de arreglar el pequeño problema.

—¿Lo siento, Sammy? —digo.

Sam Wilson suspira y sonríe. —Eres tan explosiva como tu madre, linda.

—Mala referencia. Sería "eres tan explosiva como Primrose Everdeen" —corrijo y agarro la botella, la abro y le doy un sorbo largo.

—Eso fue cruel.

—Cruel es bueno —digo y le guiño un ojo.

—En realidad no lo es —habla Itzel, entrando al gimnasio con su ropa formal de SHIELD y un portafolio en su brazo izquierdo—. Tendré que llevarme a mi esposo, querida.

—Llévatelo, ya no me es útil —digo y sacudo mi mano. Sam me lanza una toalla que atajo y uso para limpiar mi frente.

—Hill necesita que la ayudes con el análisis de unos bombardeos en Turquía —dice Itzel, acercándose a su esposo. Sam seca su frente y nuca y asiente—. Ve a bañarte y alístate.

—Sí, jefa —dice y le roba un beso a su esposa. Itzel sonríe y pone los ojos en blanco.

—¿Algún mensaje para mí? —pregunto con diversión.

—Nada de bromas —dice.

—¡Ah, por favor! Ya ha pasado una semana, It, ¡una!, desde que Gail vino. ¿No puedo hacer ni una sola broma inocente? —me quejo.

—Eso es lo que tu padre me dijo que te dijera, linda. Habla con él si quieres llegar a un arreglo —me dice y agarra la mano de su esposo y caminan fuera del gimnasio.

Bufo y dejo la daga donde estaba antes de que la tomara con mi habilidad. Salgo del gimnasio y camino hacia la ventana.

—¿No planeas salir volando como una bruja, verdad? —pregunta Theo Lokison (o Stark), el hijo en común de Sky y Loki. 

—¿No deberías cortarte el cabello? Te pueden confundir con una niña —digo de vuelta. Theo usa el cabello del mismo largo que lo solía usar su padre antes de cortárselo a nivel de mandíbula; podría decir que Theo es la gota exacta de Loki, exceptuando por el hecho de que sus ojos son celestes y su cabello es más ondulado que liso.

—No molestes, Rogers.

—Tú empezaste, Stark —digo.

Abro la ventana y salto en el marco, poniéndome de cuclillas para hacer mi truco favorito (y el que papá más odia). 

—Nos vemos luego, Lokito.

Él se ríe y desaparece en el humo verde oscuro que suele aparecer cuando usa sus poderes. Salto al vacío, formando, rápidamente, unas alas de titanio. Cuando era pequeña, siempre quise tener el traje de Falcón, así que Bruce y mamá (y un poco de Grant) me ayudaron para poder formar lo que se me viniera en gana con los metales que puedo controlar. Así que mi medio de transporte son unas alas tan grandes como las de Sam que se forman con mi pensamiento y se deshacen con el mismo.

Fury Avenger (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora