Fury Avenger (Trilogía completa)

Capítulo 19. Naylee/Brynjar

•Naylee•

—La Gema-Tiempo —repito.

Stephen me da una sonrisa suave y asiente. —Esto te pertenece.

Me da la Gema justo cuando la puerta principal se abre, dándole paso a mamá, papá y Grant. Los tres entran riéndose de algo que desconozco, pero sus risas son detenidas al ver a Stephen frente a mí.

—Aléjate de Naylee, Strange —ordena Grant, molesto.

Stephen baja un poco la cabeza y se mueve para estar a mi lado. Cierro mi mano derecha alrededor de la Gema, apagando la luz con mis dedos tensos. 

—¿Qué haces aquí, Stephen? —pregunta papá, un poco más amable que mi hermano.

—El tiempo ha llegado —responde el mago.

Las expresiones de sorpresa y confusión de mamá y papá son idénticas por dos segundos antes de que papá farfulle algo y mamá fulmine con la mirada a Stephen.

—¿Qué le hiciste, Stephen? Te dije que no te metieras en esa situación —dice mamá, molesta.

—No hice nada. Solamente pasó —se defiende Stephen.

—¿De qué hablan ustedes dos y porqué papá parece estar a punto de desmayarse? —interrumpe Grant.

—No puede ser posible. Dijiste que iba a pasar hasta que tuviera diecinueve —habla papá—. ¡Tiene dieciocho!

—La edad perfecta para las transiciones —señala Stephen.

—¡Y una mierda! —grita papá, rojo de la ira. De forma instintiva, doy un paso hacia atrás. Nunca antes lo había visto así de furioso—. ¡Nos mentiste!

—¡No mentí! La Gema decidió manifestarse de una vez. Sabe que no hay tiempo. No hay tiempo.

Mi garganta se seca. No hay tiempo para esta discusión.

—¿Por qué no me dijeron que tenía la Gema-Tiempo todo este tiempo? —pregunto.

—No puede ser —dice Grant, hace un gesto de dolor y lleva sus manos a su cabeza—. ¡No puede ser! —Ve a mamá—. ¡Mamá, por favor dime que no estás ocultando de nuevo cosas! Ya habíamos hablado de esto.

—Fue para protegerla —dice mamá.

—¡Es lo mismo! —dice Grant, molesto—. Me ocultaste parte de tu pasado para protegerme, y ahora le ocultaste esto a Naylee. ¿Porqué no puedes simplemente decirnos la verdad de una vez y evitar tanta molestia?

—No uses ese tono con tu madre —advierte papá.

—¡No me digas qué hacer, papá! —explota mi hermano mayor—. ¡Apuesto a que tú también tuviste mucho que ver con esta mierda! ¿Saben el daño que le hicieron a Lee?

—No me importa si eres mayor y tienes una familia, Jonathan, si vienes a este lugar, lo respetas —advierte papá, molesto—. A tu madre la respetas, ¿entendiste?

Grant cierra la boca y deja caer sus brazos.

—No voy a permitir que la mantengan en las sombras —habla Grant, su voz es firme. Camina hacia mí y agarra mi brazo—. Ya es mayor y tiene todo el maldito derecho del mundo a saber las mierdas que están pasando. Somos una familia, y las familias no se ocultan mierdas para protegerse entre sí; nos decimos la verdad y luchamos juntos. Así es como debe ser.

—Lo siento —dice mamá—. No volverá a pasar.

—Más vale que no o si no me la llevo —advierte Grant.