Capítulo 30. Maya.

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—Pudiste habérmelo dicho antes, sabes, el que eres una tipa que puede controlar lo que sea que puedes controlar —me dice Itzel por milésima vez en lo que llevamos de la tarde—. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Porque no lo vi necesario. No planeaba usar... esto —digo, coordinando la reconstrucción de la casita de armas. El metal se vuelve a acomodar y ensamblar.

—¿Cómo es que los obtuviste?

—Alteración y mutación del ADN. Me alteraron el ADN y este mutó para que yo pudiera vivir —respondo bruscamente.

—¿Lo saben los Vengadores?

—Por supuesto que sí. Se enteraron rápido —digo con ironía.

—¿Por qué te quieren de regreso?

—No lo sé y tampoco me interesa saberlo.

La bodega de metal termina de arreglarse, y regreso a la casa. En mi cabeza solamente pasan dos cosas: mi oportunidad perdida para regresar a Steve y..., el martillo de Thor. ¿Cómo es posible que lo haya agarrado? A lo que yo sé, nadie que no sea digno del martillo puede agarrarlo y levantarlo; solamente Thor lo ha hecho.

¿Por qué pude levantarlo? Si no recuerdo mal, yo había agarrado a Mjolnir con la única intención de golpear a Thor y mandarlo lejos. Mi intención era mantenerlo lejos de Itzel, quien es una chica que no es una experta en defensa personal. Además de que ella es mi única amiga en todo el país (literalmente hablando) y protegerla usando mis habilidades es una manera de agradecerle por su hospitalidad y amistad.

—¿Tienes ganas de comer algo? —le pregunto, fingiendo que nada ha pasado en las últimas tres horas.

—¡Comer! ¿Cómo te atreves a preguntar tal cosa?

—Yo sí tengo hambre —me fijo en el reloj que hay sobre el horno—. Ah... es que si ya es hora de almorzar, ¿segura que no quieres nada?

Itzel se cruza de brazos. Está muy molesta.

—La verdad. Ahora.

Hago una mueca y arrugo mi nariz. —¿En serio quieres saberla?

—Maya, te has estado quedando en mi casa por una semana, y lo único que sé de ti es que te llamas Maya, te gusta la comida mexicana y huyes de los Vengadores; y hoy me enteré de que tienes poderes y puedes destruir a un dios como lo es Thor. Así que sí, sí quiero saber la verdad.

Muerdo mis labios y hago una mueca de derrota. —Bien. Bien, te la diré...

Pero me quedo en silencio y viéndola.

—Cualquier momento antes de mañana —me dice Itzel con frialdad.

—¿Y si subimos a la habitación? No quiero que cualquier persona escuche lo que tenga que decirte.

Subimos a la habitación en silencio sepulcral. No sé si sea una buena idea que ella sepa la verdad, ¿qué pasa si trabaja con Hydra y esto es una trampa para que Ultrón venga y me secuestre? ¿Y si es una Agente de SHIELD infiltrada que me está reteniendo aquí hasta que vengan y me lleven a la fuerza?

Entonces veo a Itzel, sentada en su cama como un indio y con una mirada expectante y fría. Lo más seguro es que se sienta traicionada, al fin y al cabo ella se ha encargado de mentirle a sus padres para mantenerme aquí y que no me hagan muchas preguntas incómodas.

Ella confía en mí más de lo que yo confío en ella. Y algo me dice que será una buena aliada en esta travesía.

—¿Conoces el Sistema Homologado de Inteligencia, Espionaje, Logística y Defensa? —le pregunto suavemente.

Fury Avenger (Trilogía completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora